COACHING PERSONALIZADO
LA LLAVE SECRETA PARA ALCANZAR TUS METAS
Escribe: RODOLFO NABHEN
Algunas veces, frente a un obstáculo que se nos presenta en nuestra vida profesional y/o personal, nos decimos: ¡No sé qué hacer! He probado mil maneras de encontrarle la vuelta a este problema y nada funciona…” ¿A usted le ha pasado? Lo que es a mí, en no pocas oportunidades...
Frente a estas situaciones nos quedan dos caminos: Abandonar y resignarnos o persistir en nuestra búsqueda de la solución recurriendo a alguien que nos pueda ayudar a encontrarla. Algunas veces, la traba pasa por la falta de algún conocimiento técnico o profesional pero, en muchos casos, la misma pasa por algo que no somos capaces de ver…¡Sí!, que no somos capaces de ver…
La pregunta que se impone aquí es: ¿Y a qué se debe esa ceguera que padecemos?
Debemos destacar que es propio de los seres humanos tener “modelos mentales”. Éstos están formados por opiniones y creencias que hemos adoptado como propias pero que no han sido elegidas por nosotros. Se han generado por la influencia de muchos factores tales como nuestros padres, la educación que hemos recibido, el país y el tiempo en que hemos nacido, la ciudad y el barrio en que crecimos, los maestros, los amigos, etcétera. Esos modelos que se apropiaron de nosotros y que no cuestionamos, funcionan como “anteojos especiales” con los cuales miramos y actuamos en la vida. Ellos nos permiten ver algunas cosas y nos impiden ver otras privándonos en éstos últimos casos de nuestra capacidad para accionar…¡No sé qué hacer!
Para poder ampliar nuestra visión de la realidad y, por ende, mejorar nuestras posibilidades de acción, un camino idóneo es recurrir al Coaching, entendiendo como tal, en forma sencilla, a un proceso dentro del cual una persona (el Coach) ayuda a otra (el Coachee) a pensar y a descubrir por sus propios medios aquello que le está restringiendo la observación de su mundo.
Así, en general, el trabajo con un coach comienza con un “no sé cómo…”. Luego, durante la sesión, pueden surgir frases tales como, por ejemplo: “Me encantaría hacer negocios con ese tipo de gente, pero no puedo hacerlo porque son todos unos tramposos, ¡qué pena!” o “trato de buscar empleados que hayan ido a colegios privados, los demás no sirven para nada”. El trabajo del Coach consistirá en cuestionar esas opiniones/creencias, apareciendo en muchos casos que las mismas no poseen un fundamento sustentable… Y el costo que se paga por mantenerlas vivas, en los simples ejemplos mencionados, es el de no poder hacer negocios con personas pertenecientes al primer grupo o rechazar futuros empleados de valor en el segundo…
En un marco de confianza, cuidado personal y confidencialidad, el Coach escuchará empáticamente, identificará los puntos clave involucrados y formulará preguntas que, al responderlas, le permitirán al Coachee tomar conciencia de lo infundado de sus opiniones/ creencias, “abriéndole los ojos” a nuevas oportunidades que antes desechaba por definición. De esta manera ampliará por sí solo su campo de acción favoreciendo su efectividad y crecimiento. De esto se trata en concreto la utilidad de esta importante herramienta y que la ha llevado a que cada vez más gente recurra a ella.
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