viernes, 26 de enero de 2024

EDITORIALES

NOTA DE TAPA

EN LA CIUDAD, LOS ÁRBOLES YA NO MUEREN DE PIE


Escribe: Lic. MÓNICA RODRÍGUEZ - Dirección.




La caída de casi mil árboles en la ciudad y alrededor de cinco mil ramas de distinto tenor y envergadura que se derrumbaron sobre más de 400 calles paralizando el tránsito, afectando frentes de domicilios y aplastando vehículos estacionados debe movernos a la reflexión tanto a especialistas, como autoridades y también a los vecinos de a pie.

La comuna 11 por ser la segunda jurisdicción con más arbolado público fue una de las que más estragos sufrió en la ciudad, particularmente los barrios de Villa del Parque y Devoto. Aún hoy siguen trabajando en las calles varias empresas contratadas por el gobierno de la ciudad para terminar de recoger el follaje caído, revisar árboles y verificar que no queden ramas desprendidas pendientes de caer.

Como habitantes, la primera responsabilidad comienza en cada uno de nosotros. Por ello, estar bien informados y formados en esta materia es el primer paso para comprender lo que está en juego.

Ante situaciones como la que sufrimos los porteños el último 17 de diciembre y que días después se repitió con una tormenta de menor envergadura, algunos pueden pensar que “cortar el hilo por lo más delgado” beneficiaría. Traducido en buen criollo significaría decir que extraer los árboles que nos parezcan “dudosos” o “demasiado grandes” ó simplemente “deshacernos de aquellos que consideramos que molestan” estaría la solución. Pues bien, quizás, muy por el contrario, fueron pensamientos como estos y las malas prácticas las que nos trajeron hasta aquí: podas incorrectas, plantearas cubiertas con cemento, envenenamiento con derrames de productos tóxicos, raíces cortadas porque levantan las veredas, falta de mantenimiento apropiado para evaluar y curar árboles “enfermos” (como marca la ley) no hicieron más que debilitar y poner en riesgo a ejemplares plantados en espacio público.

Beneficios del arbolado público en números

En grandes ciudades como la nuestra que forman parte de una enorme megalópolis de más de 15 millones de habitantes, la existencia de parques, plazas, arbolado de alineación, terrenos absorbentes con pasto, plantas nativas y fauna autóctona son claves para mantener en equilibrio nuestro ecosistema, resultan vitales a la hora de garantizar la sustentabilidad, tanto como el aire mismo que respiramos. Romper esos delicados equilibrios nos pone en riesgo y las consecuencias, agravadas por la crisis climática pueden ser impredecibles e irreparables. En Buenos Aires los dos mayores riesgos a los que nos enfrentamos son: las inundaciones y las islas de calor que aumentan a partir de la mayor cementación y construcción, la desaparición de pulmones verdes, tierras de escurrimiento y arbolado de gran follaje.

Es importante remarcar que es un error hablar de cambio climático, cuando en realidad estamos frente a una crisis climática. Podemos pasar de una de las peores sequías como la vivida en 2023 a etapas húmedas que nos sumerjan en inundaciones sin precedentes como se pronostica para el presente año. Es decir, las alteraciones en el clima y las temperaturas pueden ir de un extremo al otro y no responden a determinados períodos estacionales. Es decir, no se trata solo de una mera variabilidad de las temperaturas constantes.

¿QUÉ DICEN LAS AUTORIDADES?

José Fiorentino, gerente de mantenimiento de arbolado público porteño, en una reciente entrevista a un medio gráfico admitió que “la modificación para reducir el impacto en próximos temporales sería algún tipo de cambio en el mantenimiento de los árboles, no en las especies…”

Al respecto, el funcionario no encuentra en el tipo de árboles plantados la mayor problemática. Señala que las tres especies más populares de la ciudad, aunque no son nativas, han mostrado un buen comportamiento. El fresno (americano) que es el que actualmente tiene mayor presencia, el plátano y el tilo “tuvieron una respuesta aceptable en el temporal”.

Según el técnico, las especies que más incidentes generan son los paraísos y los arces porque “no tienen un buen desempeño. Se ahuecan, no resisten enfermedades, como hongos que se comen la madera”. Por eso, desde el gobierno han decidido ir retirándolos en la medida de lo posible.

Con esta comprobación en mano, los técnicos se orientan a realizar una modificación en el mantenimiento y tendencias en la poda del arbolado público. Fiorentino remarca que el sistema de poda de la ciudad “busca intervenir lo menos posible los árboles, manteniendo la copa, que da sombra y brinda todos los servicios prosistémicos, como el aumento de la humedad por transpiración de los árboles hasta absorber los gases contaminantes”. Pero ahora se dieron cuenta que determinadas formas de poda, favorecen el desbalanceo del árbol, haciéndolo más vulnerable a los eventos del clima. Debido a esta razón, en determinadas zonas de la ciudad van a rever el sistema de poda y buscarán darles una forma que soporte los vientos fuertes.

EL APORTE DEL MUNDO ACADÉMICO

Hay que recordar que el Gobierno de la Ciudad tiene un convenio con la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires brinda asistencia técnica para el relevamiento, valoración, servicios ecosistémicos y manejo del arbolado público. Apuntando en este sentido, esta casa de altos estudios acaba de crear el Centro de Arbolado y Silvicultura Urbana, integrado por docentes e investigadores que abordan, interdisciplinariamente, la temática del arbolado urbano. Entre sus objetivos el centro se propone realizar “proyectos de investigación orientados a la generación de nuevos conocimientos hacia el correcto manejo de los árboles y la infraestructura verde urbana (…) y la importancia de su conservación…”

Se propone incluir también entre los destinatarios de la información a la comunidad toda ya que el arbolado urbano público es un recurso compartido por los ciudadanos de gran valor para la sociedad, que como eje de la infraestructura verde en su totalidad ofrecen variados servicios ecosistémicos y subrayan que “hay bastante desconocimiento sobre estas cuestiones”.

Otro aspecto no menor es que este centro también está abocado a dar información correcta sobre lo que significan las buenas prácticas del manejo de los árboles, sobre lo cual existen algunas falsas creencias, opiniones y prácticas…

Desde este centro consideran que es relevante concientizar a la población que “los árboles presentes en calles, plazas y demás espacios verdes son vitales porque colaboran con la mejor calidad de vida y bienestar de los habitantes de los entornos urbanos y suburbanos (…) entre otros para atenuar los efectos de las olas de calor, que son cada vez más intensas y frecuentes.”

La extracción de numerosos árboles
en Villa Santa Rita en 2021 despertó
el enojo de los vecinos
LA MIRADA DE LAS ONGs

Ni bien pasó el temporal del 17 de diciembre, la asociación civil “Basta de Mutilar nuestros árboles” lanzó una serie de flyer donde explicaba que desde su óptica las malas prácticas en la poda fueron las causantes del derribo de tantos árboles porque “menos poda es árboles más sanos y resistentes” y ejemplificaba que los árboles que más resistieron el embate de los vientos fueron aquellos que no fueron podados reiteradamente, como por ejemplo los enormes árboles de Viamonte y Uriburu.

Al mismo tiempo desde Basta de Mutilar señalan que los árboles no se deben contar por unidad sino por su cantidad de hojas. Los árboles frondosos son los que más nos protegen frente a estos episodios extremos porque absorben el agua de lluvia, sostiene el terreno, disminuyen la temperatura y el follaje relentiza la caída del agua de las precipitaciones.

La poda sistemática, según los especialistas de la entidad, hace más vulnerable a los árboles frente al viento porque su energía no puede disiparse en hojas y ramitas antes de llegar al tronco. La poda provoca que los árboles se enfermen y se les produzcan huecos o pudriciones.

Además, los árboles frondosos se protegen entre sí.

En virtud de este posicionamiento, desde esta asociación exigen un plan integral de preservación del arbolado, en vez de la mutilación y destrucción y hacen un llamamiento a la comunidad para preservar, plantar y cuidar a nuestros árboles, respetándolos y amándolos como parte de nuestros bienes comunes. Ellos son seres vivos que conforman nuestro patrimonio natural, paisajístico, histórico, cultural.

UN CONFLICTO QUE LLEGÓ A LA JUSTICIA...

En un artículo publicado en 2022, Guillermina Bruschi escribió un artículo para este medio donde relató el derrotero que asociaciones de la sociedad civil llevaron a la Justicia frente a las prácticas que el Gobierno de la Ciudad hacía sobre el arbolado público.

En esa nota contó que la sentencia definitiva fue en Julio de 2022 cuando la Corte Suprema de Justicia dejó firme la medida cautelar que prohibió la poda indiscriminada de árboles en la Ciudad de Buenos Aires, en el marco de la causa iniciada por la Dra. Claudia Heras y la ONG Basta de mutilar nuestros árboles en 2017”.

La Dra. Claudia Heras presentó una acción de amparo según expediente “4570/2017 Heras Claudia contra GCBA y otros” (1) en el Juzgado número 13, secretaría 26 a cargo del Juez Guillermo Scheibler. El Juez, otorga la medida solicitada en Julio del mismo año (2), pero el GCBA apela la decisión. Allí comienza un camino que tendrá la sentencia final de la CSJN en Julio 2022.

Ante el pedido de la Dra. Heras, el Juez Scheibler resolvió ordenar “al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que arbitre las medidas correspondientes para materializar la inmediata suspensión de cualquier actividad de poda y/o tala del arbolado público existente en la Ciudad que no cumpla con lo dispuesto por los artículos. 10, 11 y 12 de la ley 3263, siempre que no mediaran situaciones excepcionales que no admitan demora, las que –de configurarse– deberán ser individualizadas, debidamente fundadas y puestas en conocimiento del Tribunal” . 

El Poder Ejecutivo de la ciudad apeló en sucesivas oportunidades pero ninguna apelación resultó a su favor, y por lo tanto debió contratar la plantilla de inspectores idóneos necesaria para que cada Comuna pudiera realizar un dictamen de cada ejemplar a evaluar y estar presente durante todo el proceso de intervención. Esta plantilla luego se amplió o modificó debido a un acuerdo entre el GCBA  y la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires. 

A partir de esto, quedó determinado (como manda la ley) y rige aún hoy, que todas las intervenciones deben ser evaluadas por un inspector. Las extracciones en tanto etapa de diagnóstico y las podas, tanto de ramas como de raíces, primero como un diagnóstico y luego como un control durante su realización para asegurar un cuidadoso tratamiento de cada ejemplar.

Es importante saber que el Juez Scheibler indicó medidas ya en su primer medida cautelar indicando al gobierno de la ciudad lo que debía hacer antes de realizar una intervención sobre el arbolado público:
a. Implemente un sistema informático de acceso libre, gratuito y público que contemple la totalidad de las acciones correspondientes a la gestión del arbolado público, permita seguir la trazabilidad de cada uno de los ejemplares (tal como lo exige el artículo 4º, inciso “g”, de la ley 3263) y posibilite a la ciudadanía controlar y verificar en tiempo real el cumplimiento de las previsiones de los artículos 10, 11 y 12 de la ley 3263; 

b. Unifique o reglamente pautas comunes para el cumplimiento de las previsiones de los artículos 10, 11 y 12 de la ley 3263; 

c. Finalice y publique en su página oficial de internet de modo fácilmente accesible el Plan Maestro de Arbolado Público de la Ciudad de Buenos Aires (art. 3º,inciso “a” y art. 22 de la ley 3263); 

d. Actualice, complete y publique en la página oficial de internet de modo fácilmente accesible el censo arbóreo informatizado (art. 4º, incisos “a” y “g”, de la ley3263); 

e. Instrumente las medidas necesarias para dar cumplimiento —de modo público y verificable por la ciudadanía— a los requisitos de capacitación, evaluación y certificación de la idoneidad del personal involucrado en la gestión del arbolado urbano previstos en los artículos 10 y 11 de la ley 3263; 

f. Diseñe y ejecute un esquema de tareas de conservación en salvaguarda de las plantaciones existentes (art. 3º, inciso “c”, ley 3263), en el que la poda no resulte la única y exclusiva herramienta de manejo; 

g. Adopte los recaudos necesarios a fin de comunicar fehacientemente a Comunas y empresas contratistas que las intervenciones que eventualmente resulte necesario efectuar sobre tipas y jacarandás se deberán realizar exclusivamente en los períodos que el Plan Maestro de Arbolado determina para ello; 

“Hasta tanto se haya dado íntegro cumplimiento a lo dispuesto en el punto I de este resolutorio, se suspenda todo tipo de actividad de poda y tala de árboles. Solamente podrán realizarse intervenciones en aquellos supuestos excepcionales que no admitan demora por encontrarse comprometidas la seguridad pública, la integridad de bienes o personas o la realización de obras públicas. En tales casos deberán de todos modos publicarse en la página oficial de internet —de modo claro y accesible— los informes técnicos respectivos e imágenes que ilustren detalladamente la situación previa y posterior a la intervención”. 

“No puede soslayarse que un árbol no es un integrante más del mobiliario urbano, fácilmente reemplazable, fungible en sus funciones como una farola, un banco de plaza o una parada de colectivos. Se trata de un ser vivo que nos acompaña y ayuda en el muchas veces difícil tránsito de habitar grandes ciudades. Alcanzar su porte majestuoso le irroga décadas de crecimiento y cuidados, por lo que todo lo que hace a la gestión de este patrimonio no puede ni debe efectuarse a escondidas de la comunidad, a la ligera y sin los recaudos que la ley y el Plan Maestro elaborado por el propio GCBA imponen.”

Por su parte la Cámara de Apelaciones ratifica todo esto y añade en la página 90 de la sentencia que  “es el ordenamiento jurídico aquel que prevé cuándo la poda o la tala de los especímenes arbóreos de la Ciudad deben ser intervenidos y no la mera voluntad de los particulares”, respondiendo a los argumentos oficiales que indicaban que las intervenciones se realizan por ser solicitadas por los ciudadanos.

Intentando cumplir con las mandas del juez el GCBA mientras apelaba la sentencia, creó la página web “Arbopedia”, aunque desde las organizaciones no gubernamentales que se ocupan de este tema reclaman que hasta el día de hoy el Gobierno no completa lo ordenado por la justicia.

Paralelamente sigue podando y extrayendo ejemplares con el mismo personal, tanto inspectores como operarios y sin volcar ninguna inversión a la Parte B del pliego de licitación de mantenimiento de arbolado público que establece: tratamientos, herramientas de diagnóstico e instrumentos tendientes a mejorar el estado fitosanitario del arbolado, a evaluarlo en profundidad y a prevenir fallos o posibles accidentes sin necesidad de intervenciones dañinas e invasivas, como ser tomografías y otros estudios.


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