LA VIDA MISMA …
¡APRENDER A CRECER!
Escribe Lic. FELIPA MARÍA DE ABAJO
Previamente a retomar la columna mensual en este querido periódico pensaba por qué y para qué. La primera respuesta es, simplemente, porque me gusta escribir, transmitir, leer, investigar y compartir. La segunda respuesta tiene que ver con la necesidad de recordar lo cotidiano del cómo se vive la vida, ya que no se trata de durar sino de aprender y poder crecer cada día. Y es que cuando comenzamos a reorganizarnos luego de la situación provocada por la pandemia, a muchos nos ocurría que no sabíamos en qué día estábamos, cómo era el calendario acostumbrado del hacer diario, de los meses, del año, tema que ya tratamos en otro escrito. Volver a tomar conciencia de las actividades, de los horarios, del trabajo, de las celebraciones, de los encuentros. Cada momento de nuestras vidas tiene un significado, una motivación, un vínculo social. Por eso mes a mes nos vamos reencontrando en este espacio e interesándonos en los acontecimientos históricos y sociales que le dan forma.
¡Aquí les presento al mes de junio! Si indagamos en el significado de junio encontraremos que su nombre surge en honor a la diosa romana Juno. En este mes se produce el solsticio de verano para el hemisferio norte, y de invierno para el hemisferio sur. El paisaje cambia y lo notamos especialmente en la naturaleza, los árboles van cambiando de color sus follajes y de pronto un colchón de hojas amarillas, marrones y naranjas cubre veredas, calles, campos. Tiene el día más largo del año debido a la inclinación del eje norte/sur de la Tierra. Siendo el mes que marca la mitad del año es interesante revisar las metas que nos propusimos y que aún no pudimos atender, y ajustar las que sí comenzamos a realizar. Es que casi de un soplo ya estamos en junio. Es uno de los meses que tiene muchísimas conmemoraciones de las cuales nombraré algunas, solamente por tema de espacio. Se conmemora el día del Bombero voluntario, del Medio Ambiente, de los Océanos y de la Hidrografía, de la Ingeniería Argentina, del Barrendero, del Escritor/a, del Libro, del Periodista, del Psicólogo Social, del Pedagogo…y la lista sería muy extensa.
Hay dos fechas a las que quiero dar una mención especial, con permiso de las otras. Una es el Día de la Bandera Nacional, el 20 de junio, fecha del año 1820 en que el General Manuel Belgrano falleció. La creó el 18 de febrero de 1812 para distinguir a los soldados patriotas de los que no lo eran. La Bandera, el Himno, el Escudo, y la Escarapela- la cual lucimos orgullosos en nuestro pecho- son símbolos nacionales que representan a la Nación. Qué decir de Belgrano, hombre de acción fue abogado, economista, periodista, político, diplomático y militar. Impulsó ampliamente la educación como medio de crecimiento para la persona y el país.
Y dejo para cerrar una fecha que celebramos desde el fondo más profundo del corazón, el Día del Padre. Ese hombre que un día encontró entre sus brazos una personita pequeña a la que con solo mirarla lo llenó de amor y también de responsabilidades.
Ahí se dio cuenta de su responsabilidad de ser ejemplo para sus hijos, de tener la fortaleza suficiente para encaminar sus vidas. Enseñarles que a veces se gana y otras veces se pierde, pero siempre se sigue adelante porque siempre se aprende. Y yo agrego, que a veces ha enseñado y otras ha aprendido junto a sus hijos, ya que siempre se trata de crecer. Porque crecer, aplicado a la persona, a un emprendimiento, a una nación, es desarrollarse, atreverse, animarse, progresar, prosperar. Observar lo logrado y sentirse dichoso de haber sido parte, y nunca dejar de intentar lo mejor.
¡Feliz Día del Padre para todos! Nos vemos en la próxima.
(FUENTES: formación profesional; apuntes varios, entrevistas, viajes. Colaboración ad honorem)
No hay comentarios:
Publicar un comentario