domingo, 11 de junio de 2023

EDITORIALES

NOTA DE TAPA


VILLA DEL PARQUE

Ayer y hoy, la participación vecinal marca la diferencia!


Escribe: Lic. MÓNICA RODRÍGUEZ - Dirección



El Día del Vecino tuvo su origen en Villa del Parque en 1944 gracias al idealismo y dedicación de un fomentista llamado Romeo Raffo Bontá, un hombre que lideró la Asociación Vecinal (Baigorria 3373) y fue un defensor incansable del progreso de nuestro barrio. Él propuso esta fecha para celebrar la amistad, solidaridad y convivencia pacífica que se generan en una buena vecindad.

El pensamiento de Raffo Bontá inspiró la creación de este día, y sus propias palabras reflejan su motivación para establecer una jornada dedicada a honrar los derechos y logros de la comunidad vecinal: "Queremos consagrar un día del año a la exaltación de ese vínculo [unión vecinal], fuente de la libertad imperecedera, origen de tantas realizaciones grandes y pequeñas, oscuras y trascendentes... para que se reivindiquen sus derechos; se recuerden sus gestas múltiples y diversas..." - Romeo Raffo Bontá.

La elección del 11 de junio como fecha para esta celebración no fue casual. Este día se conmemora la exitosa fundación de Buenos Aires por Juan de Garay en 1580, después de un intento previo realizado por Don Pedro de Mendoza.

Sin embargo, la institucionalización de este día no fue tarea sencilla. Según surge de las propias crónicas de medios de comunicación, a lo largo de las décadas siguientes le tocó a varias generaciones de vecinos emprender una especie de cruzada para darle relevancia y trascendencia a esta fecha de reconocimiento hacia los buenos vecinos.

En julio de 1958, se llevó a cabo el Congreso Vecinal de Villa del Parque en el club Racing (Nogoyá 3045), a instancias de residentes e instituciones. A lo largo de los debates que se plantearon a lo largo del mes que duró el congreso, se aprobaron más de 70 propuestas, entre ellas se aprobó el Decálogo del Buen Vecino redactado por José Cesar Rodríguez Nanni. 
Algunas de las ponencias surgidas en esas asambleas luego fueron recogidas por el Consejo Deliberante de la ciudad y plasmadas en Ordenanzas. Uno de los logros más significativos fue impulsar que el Día del Vecino sea reconocido por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, hecho que consiguió al año siguiente. 
También, a partir de este congreso se consiguió la pavimentación de la calle Ricardo Gutiérrez (entre Cuenca y Campana) y la vía luminaria de mercurio sobre la calle Cuenca, que fue inaugurada por el Intendente Hernán Giralt en septiembre de 1960.

Pero el derrotero iba a continuar por el Día del Vecino iba a continuar. En 1967, durante la celebración de este día, el Profesor Rafael Bologna Tracchia expresó su descontento. El destacado educador, empresario y miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Vecinal, en su discurso de homenaje a Raffo Bontá expresó que "si bien estamos tranquilos por los logros obtenidos referente a este día, no menos cierto es que de haber mediado la participación de todas las entidades de fomento que fueron oportunamente requeridas, habríamos alcanzado éxitos insospechados".  Y agregó... "La ciudad es enorme,los problemas múltiples, son imposibles de resolver con soluciones individuales, encapsuladas, insularizadas, hemos llegado a entender así, los hombres de la segunda mitad del siglo XX que cada uno es necesario para todos y todos para uno". Y concluyó diciendo... "Amigos, aprovechemos este día para juramentarnos a conocernos, ayudarnos y en definitiva amarnos".

Los años pasaron y el DÍA DEL VECINO siempre mantuvo un significado especial en Villa del Parque, con festejos en las plazas, homenajes y cenas de camaradería para reconocer la labor de aquellos que contribuyeron al progreso constante de nuestra comunidad.

Finalmente, en 1990, mediante un decreto en la Ciudad de Buenos Aires, se institucionalizó oficialmente el Día del Vecino Participativo, que destaca el trabajo conjunto entre las organizaciones barriales, los vecinos y el Estado.

En 1991 y con motivo del 83º aniversario de Villa del Parque, se realizó un concurso para elegir el eslogan que representaría al barrio. Se recibieron más de 600 propuestas y un destacado jurado integrado por referentes de entidades intermedias decidió que la frase identitaria del barrio sería: VILLA DEL PARQUE, LA VILLA DEL BUEN VECINO.


Cuando dejamos de ver por el espejo retrovisor y nos enfocamos al presente y al futuro vemos que muchas cosas han cambiado en medio de los avances tecnológicos y las transformaciones sociales. Nuevas formas de comunicación y rutinas de trabajo están impactando en nuestras vidas, generando desafíos y oportunidades.

En este mundo avasallante, innovador y lleno de incertidumbres, la buena vecindad sigue estando más vigente que nunca. Resulta reconfortante saber que existen buenos vecinos que se saludan en cada encuentro, que se toman un momento para saber cómo están, confiando en que pueden contar el uno con el otro en momentos de necesidad y urgencia. No menos importante es cuando la solidaridad colectiva se manifiesta en grupos de resientes que se organizan para brindarse apoyo mutuo para enfrentar situaciones de contingencia y protegerse frente a los problemas de inseguridad, ya sea organizándose en grupo a través de WhatsApp, poniendo alarmas vecinales y estando atentos uno de otro.

En el ámbito institucional siguen siendo trascendentes las labores que cumplen con enorme compromiso dirigentes sociales que brindan su tiempo y capacidad ad honoren, en los clubes de barrio, las cooperadoras escolares, las cooperadoras hospitalarias, las entidades de fomento, las asociaciones que reúnen a comerciantes, profesionales e industriales de nuestros centros comerciales, los grupos solidarios que trabajan desde las escuelas e iglesias brindando ayuda a quienes más lo necesitan, los colectivos de vecinos que suelen arrancar con un reclamo puntual y cumplido su cometido siguen colaborando mancomunadamente para seguir transformando la realidad en mayores y mejores construcciones sociales, convergiendo en numerosas oportunidades a conformaciones más virtuosas, como son las redes que van sumando barrios e incluso llegan a tener alcance en toda la ciudad.

El ejercicio de la democracia participativa ha ido fortaleciendo y reconociendo el papel del vecino en la toma de decisiones, implementación de políticas públicas y control de gestión, aunque aún queda mucho por avanzar en este aspecto y que se cumpla gran parte de los derechos que aún solo están plasmados en letra de molde en la constitución y legislación de nuestra ciudad, pero no se han puesto en práctica.

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