lunes, 18 de julio de 2022

VILLA DEVOTO

TRISTE NOTICIA


CERRÓ EL CAFÉ DE GARCÍA

El barrio pierde un emblema y la ciudad uno de sus típicos y atractivos bares notables.


El pasado mes de junio nuestras páginas reflejaron que El Café de García este año volvió a ser distinguido por el Ministerio de Cultura y la Legislatura porteña como uno de los 75 bares notables, declarado así por ser representativo y uno de los más antiguos que sobrevivían en nuestra ciudad.

El domingo 17 de julio recibimos la triste noticia que este lugar emblemático de Villa Devoto bajó sus persianas definitivamente.
El bar había sido fundado en el año 1927 por el matrimonio Metodio y Carolina García, y con los años los sucedieron sus hijos Hugo y Rubén.

El edificio, de mediados del siglo XIX, se encuentra en la esquina de Sanabria y José P. Varela, que cuando se inauguró el bar se llamaban Viena y San Roque respectivamente.

Ornamentado con antiguas rejas por donde trepan glicinas este lugar de encuentro te recibía con dos galerías que forman el Paseo de Metodio y Carolina, allí donde se instalaban las mesas habilitadas en la vereda.
Al borde de la línea municipal, el local comercial se desarrollaba en una sola planta y lo remataba una balaustrada.
Una de sus características más pintorescas era la cantidad y variedad de objetos que adornaban tanto el exterior e interior. Así, en su entrada podía verse un farol de estilo antiguo, una vieja bomba de agua, la rueda de un viejo carro, y esas rejas colmadas desde desde la primavera y hasta bien entrado los primero fríos con las hermosas glicinas que casi cubrían todo el frente y daban sombra a las galerías en verano.

Cuando traspasabas la puerta, te encontrabas con un salón principal ocupado por las típicas mesas y sillas de bares y en una sala contigua tres mesas de billar esperaban a los parroquianos que se daban cita para jugar unos partidos.
Sus paredes estaban cubiertas de antiguas propagandas de bebidas y automóviles, recortes de revistas deportivas fuera de circulación, viajas fotografías, autógrafos, dedicatorias de personajes famosos que pasaron por allí como Félix Luna, Alejandro Dolina, Antonio Carrizo, Fernando Bravo, Mariano Mores, Enrique Cadícamo, Horacio Ferrer, Víctor Hugo Morales, Enzo Francescoli, Fernando Redondo y hasta el estadounidense Francis Ford Coppola.

El trofeo deportivo más buscado por las visitas era la camiseta de la Selección Argentina de Fútbol autografiada por Diego Armando Maradona, vecino del barrio durante parte de su vida.
También muchos objetos antiguos engalanaban ese lugar de encuentro: una araña central junto a trofeos de caza, utensilios de cocina, frascos de aceites, botellones, cestas, radios, máquinas de coser, espejos, registradoras, botellas de gaseosas viejas y hasta un frasquito de gomina Brancato, etc.
Por una puerta lateral que daba sobre José Pedro Varela se accedía a un pequeño salón que otrora fue la habitación del matrimonio García y actualmente se usaba como un anexo del bar.

Entre sus muros permanecerán, en medio del estruendoso silencio que hoy reina en el lugar, los recuerdos y vivencias de un barrio que creció y se desarrolló con este bar como testigo.

Y para quienes apreciamos estos increíbles rincones que nos recuerdan la mística de una Buenos Aires distinta, en este fin de ciclo cobra dimensión la reflexión impresa en una placa de bronce que lucía en la fachada del local:
"El café es uno de los pocos sitios a salvo de nuestras inconstancias. Es uno de los pocos espacios comunes a resguardo de la inclemencia de los tiempos. Más allá de que madera y estaño apenas resistan los embates del plástico y la fórmica, los cafés porteños permanecen. El que hayan sido sentidos como segunda madre o segundo hogar, quizá explique nuestra entrañable relación con ellos. Lugar de encuentros, el café es también escenario para exponerse u ocultarse, para la compañía o la soledad. En sus mesas y mostradores se charla y monologa, pero también se calla. El café es un continente de la vida, un recipiente de sus contradicciones: allí se hacen y deshacen amistades, se tejen y destejen amores. Son, al fin, territorios comunes dentro de una ciudad cruzada por altas murallas invisibles."

Según publicó el medio @villadevotonews, existen trascendidos que el lugar podría reabrirse bajo el nombre de El Bodegón en un par de meses, luego que se lleven a cabo tareas de reforma y refacciones.

9 comentarios:

  1. ES MUY LAMENTABLE QUE CIERRE ESE EMPLEMATICO BAR DE VILLA DEVOTO

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  2. Se que se vendió el fondo de comercio y los nuevos dueños están haciendo modificaciones y arreglos

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  3. Porque los que domos del barrio nosponemos de acuerdo de concurri ahyenbes de hir a otro me hiclullo para poder solbarlo abria que acerlo biral por ahi tenen suerte que les parece

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  4. Somos un pais sinmemoria destruido por el capitalismo😭

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  5. Que tristeza da ver cómo de a poco el barrio va perdiendo su esencia en aras de una transformación perjudicial que no cesa! Reabrirá y ojalá así sea, pero nada volverá a tener su impronta. 🥲🥲

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  6. Que lástima tan grande!!!!!!!

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  7. EN VERDAD M DA MUCHA TRISTEZA XQ ES UN BAR BIEN D LOS D ANTES, COMO PASO CON EL D CAMARONES Y AV. SAN MARTIN

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  8. Una pena que haya cerrado.Era un emblema del barrio y tenía su propia mística.

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  9. El Bar y Café... de un barrio son recuerdos e historias marcadas en la memoria de generaciones... No perdamos los Recuerdos!!!

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