SOCIEDAD
NO TE SIENTAS SAPO DE OTRO POZO
¿Será que estás en el charco equivocado?
Escribe: Lic. ADRIANA SILVIA DEZA - Psicóloga
Como sabemos, el hombre es un ser macabro y bello. Capaz de hacer actos horribles y por suerte, los dioses o el destino, también es capaz de hacer actos buenos, nobles, altruistas. Es decir, si un grupo de mal nacidos puede llevarnos al exterminio otro grupo de bien nacidos, nos puede salvar. Con estas premisas básicas y en las que, creo podemos estar todos de acuerdo, introduzco el tema de hoy. Integración social y salud mental.
Elegí el ejemplo del sapo porque es archiconocido. “Me sentí como sapo de otro pozo” te cuenta un amigo sobre su visita a un sitio infrecuente. “Después de transitar sola casi toda la noche, una sonrisa, me hizo sentir viva.” Podemos extraer frases varias y múltiples como los sujetos portadores de estos sentimientos. Es bastante común, llegar a un grupo y sentirse raro. Lo sigue siendo, adoptar un personaje conforme al entorno. La idea a esta altura, casi de supervivencia es: integrarse a la sociedad.
Tal vez, la sociabilidad esté sobrevaluada, en algunas oportunidades hablé de la importancia de aprender a estar con uno mismo. Hoy te hablo de lo otro. Te hablo de estar con otros u otras, o como quieras llamar a ese humano con quién compartir un momento, un día o la vida. Vos elegís como nombrarlo, no necesitás de ningún lenguaje especial para incluirlo. La inclusión está en vos. Ahora bien, la gente tiene estereotipos. Con esto digo, que si bien somos diferentes, no lo somos tanto, como para pensar que nuestro perfil es único e irrepetible. Entonces, puede acontecer que estemos con personas equivocadas, las causas son muchas.
Hay seres cuya esencia está teñida de odio. Se une sólo a odiadores y cualquier pretexto alcanza.
Otros, buscan pasarla bien, sin molestar a nadie. Acá el universo es amplio.
Tanto, que cualquier ámbito en dónde ni siquiera se nombre al resentimiento, vale.
Otros sujetos/as son cazadores de sensaciones compartidas. Escribir, pintar, decorar y lo que te venga en mente.
Existen humanos sostenidos por su religión. Algunos por una determinada, otros, por cualquier otra que cubra sus necesidades de creencias metafísicas.
Personas a las que le interesa sólo hablar de temas agradables sin negar la realidad y negadores profesionales, conscientes e inconscientes.
El universo es extenso casi como lo son, sus variables. Me ocupan los padecientes y su integración social. Me ocupan mis estimados distintos al común denominador. Me ocupan porque a veces, no les permiten tener voz. Me ocupan porque tratan de convencerlos de actuar y ser, como la normatividad transitoria les exige. Me ocupan mis pacientes, consultantes, colegas de sin sabores y alegrías. Me ocupan porque la maldad no tiene nada que ver con ciertas patologías psíquicas y se engaña al contexto, entre otras razones para ocultar a los verdaderos responsables. Es más fácil hablar de locura que de los daños cerebrales provocados por el consumo de alcohol. Es más fácil nombrarte antisocial, que sugerirte que cambies de lugar, de gente, de entorno.
Pensá cuántos somos. ¿Creés que no podés llevarte bien con nadie?
No te sientas sapo de otro pozo. Buscá otro charco.
La Lic. en Psicología: Adriana Silvia Deza. (M.N.: 55.836) es Magíster en Neuropsicología clínica. Especialista en investigación educativa.
Atiende en su consultorio privado en C.A.B.A.
Consultas: 11.3656.0318
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