sábado, 16 de julio de 2022

CIUDAD DE BUENOS AIRES

Comunas 11, 12 y 15


CUATRO BARRIOS POSTERGADOS EN EL SISTEMA DE SALUD PÚBLICO PORTEÑO:


Villa del Parque, Devoto, Villa Pueyrredón y Agronomía están dentro del área programática del Zubizarreta, único hospital de la ciudad que no cuenta con un CENTRO DE SALUD Y ACCIÓN COMUNITARIA (CESAC).


La propuesta de donación del edificio de la Asociación de Fomento El Talar Norte podría saldar esta asignatura pendiente. Pero las autoridades ministeriales no dan respuesta.


¿A qué obedece? ¿A Inconvenientes burocráticos o a una decisión política?


Área de cobertura del Hospital Zubizarreta
El sistema sanitario de salud de la Ciudad está concebido como una inteligente Red Integral con diferentes niveles de atención. Este diseño permite descongestionar los hospitales para reservarlos para los casos más complejos y de mayor envergadura y a la vez facilitarle al vecino espacios de atención primaria de cercanía, con consultas personalizadas y un mejor y más eficiente seguimiento de los pacientes.

Con esta idea se crearon en 1984 (Ordenanza 39765/1984) los primeros Centros de Salud y Acción Comunicaria (CeSAC) a modo de experiencia piloto y hoy suman cuarenta y cinco distribuidos en los diferentes barrios y se complementan con los treinta y dos Centros Médicos Barriales. 
La eficacia de esta “puerta de entrada” al sistema de salud público está comprobada en la medida que las estadísticas reflejan que el 85% de las consultas pueden solucionarse en este nivel sin necesidad que el paciente acuda al hospital.

Además de la función preventiva y el cuidado de enfermedades prevalentes, en los CeSACs se desarrollan programas de promoción de la salud, vacunaciones, entrega gratuita de medicamentos, asesoramiento y acompañamiento de métodos anticonceptivos, entrega de leche, desarrollo de talleres de diferentes temáticas, etc.

Conocer cómo funciona el sistema nos permite comprender hasta qué punto es incongruente e insostenible que una vasta área del oeste de la Ciudad conformada por Villa del Parque, Devoto, Villa Pueyrredón y Agronomía (barrios que pertenecen al área programática del hospital Zubizarreta), se les niegue tener la posibilidad de atenderse en un centro de salud con los correspondientes equipos asistenciales y nucleares que brinden atención primaria, dejándoles como único y último recurso tener que acudir al hospital, con los inconvenientes que hoy todos conocemos para la obtención de turnos y disponibilidad de especialistas, problemáticas que se acentuaron desde que se desató la pandemia.

Pero esta rémora no es nueva, acumula 38 años. Desde que se crearon los primeros CeSACs a la fecha ninguna de las administraciones que pasaron por el gobierno porteño supo dar respuesta a esta necesidad, aún cuando desde las diferentes direcciones del hospital Zubizarreta y desde autoridades locales -primero desde centros de gestión y luego desde las juntas comunales- se les acercaron a los responsables del Ministerio de Salud alternativas para crear centros de atención primaria, indispensables para un mejorar el desempeño del área programática del mencionado nosocomio. Y remarcamos, el hospital Zubizarreta es el único de los 14 hospitales de agudos que depende del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que carece de CeSAC.

Consultorio del CMB que funciona
en la Asociación El talar Norte
La única y mínima respuesta desde el Estado en todos estos años fue la creación de un Centro Médico Barrial (CMB 35), fundado en el año 2005, con seis especialistas que atienden Clínica Médica, Ginecología y Pediatría que funciona en la Asociación Vecinal de Fomento El Talar Norte, espacio que en cualquier momento podría dejar de existir si finalmente la entidad termina desapareciendo. Este CMB debe dar respuesta sanitaria a una nómina de 34.000 pacientes georreferenciados que tienen como única cobertura la salud pública y atiende un promedio de 400 consultas mensuales.

Cuando abordamos estos temas que parecen puntuales vale contextualizar que estas falencias cobran mayor magnitud en épocas de crisis económica como la que estamos atravesando, con una pandemia que aún no termina de superarse y con el aumento de la informalidad laboral, todo lo cual ha llevado a miles de familias a no poder sostenerse en los sistemas de salud privados prepagos o perder sus coberturas en obras sociales, es decir, hoy hay una mayor porción de la población que debe acudir al sistema público. En estas circunstancias resulta aún más urgente dotar al hospital Zubizarreta de un CeSAC que pueda contener la creciente demanda.


Francisco Mastroverti

UNA POSIBLE SOLUCIÓN

La Asociación Vecinal de Fomento El Talar Norte como muchas otras instituciones de su tipo nació en la década del ´30 de la mano de vecinos fomentistas que buscaban dar impulso a un barrio que estaba comenzando a desarrollarse.
En esa tarea, la entidad fue consolidándose hasta convertirse en un epicentro social y cultural del quehacer comunitario en su área de influencia.

A su presidente, Francisco Mastroverti, se le ilumina el rostro cuando rememora esos años felices… “Nuestra entidad estaba llena de vida, acá se llevaban adelante innumerables actividades educativas, físicas y de desarrollo personal. Se organizaban viajes de jubilados, reuniones sociales y nuestros salones rebosaban de gente porque este era su lugar de encuentro. Hacíamos competencias de truco, de buraco y de juegos de mesa. También contábamos con un espléndido buffet. Atendían nutricionistas, podólogos, psicólogos y otros especialistas”.

El lugar además es sede del Centro Médico Barrial, atendido por facultativos del Hospital Zubizarreta, única actividad que ha quedado funcionando en la actualidad en la entidad y que le reporta un mínimo ingreso con el que van cubriendo parte de las obligaciones más urgentes.

Pero Francisco tiene fresco los primeros vaivenes que llevaron a la institución a un declive que hasta el día de hoy no ha podido revertir… “Veníamos medianamente bien hasta el 2019, aunque los últimos meses de ese año ya había decaído un poco la actividad por la situación económica. Pero las mayores dificultades sobrevinieron a partir de marzo de 2020 cuando debido a la cuarentena no pudimos reanudar las actividades que teníamos programadas para ese año. Los primeros meses se fueron paliando con reservas propias y la ayuda del gobierno nacional sirvió para cubrir parte de los salarios de las dos empleadas que están en relación de dependencia en la asociación."
Pero la asociación no logró remontar. La avanzada edad de los socios y el fallecimiento de algunos miembros de comisión directiva tornó difícil la posibilidad de reaunudar las actividades en la post pandemia.

Vista del edificio de avenida
Salvador M. del Carril 2956
Recién “en octubre de 2021 pudimos hacer una asamblea para aprobar el balance y renovar autoridades. Pero no se presentaron socios para sustituir a la actual comisión directiva, así que extendimos los mandatos y decidimos ante la imposibilidad de continuar, disolver la asociación y donar el edificio ´con cargo' al Gobierno de la Ciudad, cumpliendo lo que mandan nuestros estatutos”, cuenta Francisco y sigue… “`Con cargo’ significa que el Gobierno de la Ciudad debe destinar el edificio a un fin específico, que en este caso sería un CeSAC que dependa del hospital Zubizarreta y que en alguna medida es darle continuidad y mayor jerarquía al Centro Médico Barrial que ya está funcionando en nuestra asociación”.
Mastroverti agregó… “Solo pusimos como condición que el Gobierno porteño absorbiera las deudas que vayamos acumulando hasta el momento que se concrete la donación”. 

Actualmente el pasivo de “El Talar Norte” asciende a casi $5.000.000, incluye salarios atrasados de las dos empleadas, deudas de cargas sociales y algunas facturas impagas de servicios públicos (luz, gas y agua).
Si bien a prima facie esta deuda parece abultada resulta insignificante cuando se compara con el patrimonio que la entidad transferiría al Estado de la ciudad, que consta de un edificio de dos plantas construido sobre un terreno de 8,66 m x 40 m ubicado en avenida Salvador María del Carril 2956, con una superficie cubierta total de aproximadamente 800 m2 y valuado en U$S 1.500.000. Es decir, la deuda que la entidad tiene representa apenas el 2,5% del valor de la propiedad (este porcentaje surge si realizamos los cálculos a valor del dólar oficial porque si consideramos la cotización del dólar blue ese porcentaje desciende a apenas a 1,2% del valor actual del inmueble).


SIN RESPUESTA GUBERNAMENTAL

Cuando la entidad tomó la decisión y acercó esta propuesta a la dirección del hospital, hace ya casi dos años, de inmediato se iniciaron los trámites y se abrió un expediente en el Ministerio de Salud porteño.
En el transcurso de los siguientes meses el trámite avanzó y ante cada pedido de las autoridades se fueron adjuntando los documentos pertinentes.
Sin embargo, desde un tiempo a esta parte la carpeta quedó paralizada, sin que haya ningún documento y/o informe que fundamente el estancamiento
Solo hay trascendidos que afirman que el Gobierno de la Ciudad no estaría dispuesto a recibir el edificio en la medida que está pendiente una deuda y hay un vínculo laboral de la entidad con dos personas.
La respuesta fehaciente, ya sea documentada o transmitida directamente a los actores involucrados resulta vital, ya sea para que se realicen las gestiones que permitan destrabar el trámite y seguir avanzando con la donación o para que la entidad salga en la búsqueda de otra solución.
Este “limbo” está provocando que la deuda de la asociación siga creciendo como una “bola de nieve” y sea cada vez más difícil encontrar una salida.

Por eso Mastroverti insiste: “Hace dos años que estamos presentando papeles, haciendo trámites y no tenemos respuesta (…) Me gustaría que el Ministro (Quirós) visite nuestra asociación y vea lo que les estamos dando”…. “Al menos necesitamos una respuesta definitiva (…) No se como terminará esto, pero estoy viviendo una tortura”, concluye este hombre de 89 años que ha dedicado gran parte de su vida a una institución que ahora está feneciendo ante sus ojos y que desearía con el alma se convierta en un legado para la comunidad.


ÚLTIMO RECURSO…

Frente a este escenario la Comisión Directiva del Talar Norte consideró que otra alternativa posible es saldar la deuda y de esta forma ya no quedarían argumentos para que el Estado de la ciudad se niegue a aceptar la donación.
Es por ello que apela a la comunidad para cumplir con este cometido.
Así, los vecinos pueden manifestar su apoyo a la iniciativa de donación y que el edificio se transforme en un Centro de Salud y Acción Comunitaria, completando el siguiente formulario: UN CESAC PARA LA COMUNIDAD DEL HOSPITAL ZUBIZARRETA

Además, quienes deseen colaborar monetariamente para sanear las cuentas de la asociación, pueden realizar un depósito y/o transferencia al CBU RELOJ.CADENA.MUSA de la cuenta bancaria que la Asociación vecinal de fomento el TALAR NORTE tiene en el BANCO CREDICOOP.

3 comentarios:

  1. Una vergüenza la actitud del gobierno de la Ciudad, pero no sorprende. Estoy convencido que hay en ciernes un proyecto inmobiliario tratándose de un terreno de alto valor y en esa zona. No hay ademas voluntad politica de racionalizar la salud pública. Sin una activa movilización vecinal no habra un nuevo Cesac. El N° 34 se hizo como resultado de la gran presión fruto de la Asamblea de Jonte y Artigas del 2001. Al igual que el Centro que se instalo en la ex Liga Israelita.

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  2. Lamentable y vergonzoso
    La comuidad tendría q manifestarse
    Todo es negocio

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  3. Es vergonso,,que El gobierno de la ciudad haga oídos sordo a esta realidad ,con un costo tan exíguo, para El estado

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