VÍNCULOS
LA IMPORTANCIA DEL CONTACTO PIEL A PIEL DE LA MAMÁ Y EL BEBÉ.
Escribe: TATIANA MÁRQUEZ
Puericultora. Coach ontológica profesional
El contacto piel a piel tras el parto de manera continuada es el ambiente esperado por el recién nacido humano. Se sientan las bases del amor, se consolida el vínculo, se favorece el inicio precoz de la lactancia y se asegura un mayor volumen de leche a largo plazo.
El contacto de piel con piel desnuda, sin ropa o mantas, ayuda al bebé a regular su temperatura corporal, su frecuencia cardíaca y respiratoria y a estabilizar los niveles de azúcar en sangre.
El olor del cuerpo de su mamá lo calma, reduciendo las situaciones de llanto y mejorando los ciclos de sueño. Además, las bacterias del ambiente que la madre transfiere a su bebé mediante el contacto piel a piel son claves para la adecuada colonización microbiana y el correcto desarrollo y maduración del sistema inmune.
Los niveles de la hormona oxitocina (hormona del amor) ascienden, favoreciendo conductas de maternaje y presentando menos probabilidades de que haya depresión postparto.
Si el bebé es separado de sus progenitores tras el parto, entiende esa situación como una amenaza y activa sus mecanismos de defensa. Su primer recurso es el llanto, si éste no es atendido, sigue con la desconexión. Cuando los niveles de cortisol (hormona del stress), se elevan una y otra vez, se producen cambios en la arquitectura de su cerebro a largo plazo, pudiéndose convertir en una persona más estresada y con menos confianza interpersonal.
Es por todo lo anterior que el contacto piel a piel es tan importante y, basándonos en información, deberíamos poder evitar separaciones tras el parto, salvo que sean estrictamente necesarias.
Para consultas sobre lactancia y crianza durante los primeros meses de vida, no dudes en consultar con una profesional.
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