NOTA DE TAPA
EL ENCANTO DE NUESTROS BARRIOS
El impulso del ecoturismo en la ciudad de Buenos Aires
Escribe: Lic. MÓNICA RODRÍGUEZ. Dirección
El anhelo por explorar nuevos lugares es innato al ser humano y desde nuestros ancestros las ansias por conocer la naturaleza virgen, espacios urbanos y paisajes rurales es una tentación que muy pocos pueden resistir.
Será por eso que la última década mostró un crecimiento récord del sector turístico. Solo en 2019, antes que atacara el COVID-19, el mundo gastó unos 9 billones de dólares - casi el 10% del PBI global – en turismo.
En estos momentos donde la pandemia está quedando superada, la posibilidad de volver a vacacionar y recuperar el tiempo perdido genera en muchos la ansiedad de elaborar una nutrida agenda de viajes y paseos.
Y esta actividad que desde lo individual nos da tanta satisfacción, está impulsando una rápida recuperación del sector con efectos muy positivos en el resto de la economía.
Argentina tiene en el rubro un potencial enorme y aún poco explotado. Nuestro país puede ofrecer al turismo receptivo desde la aventura y belleza que brindan nuestros diferentes escenarios naturales, el encanto de los pequeños pueblos y las atracciones de una ciudad cosmopolita como Buenos Aires.
En este sentido, el gobierno nacional está apuntalando a la industria manteniendo programas de auxilio a prestadores turísticos e incentivando la demanda mediante la tercera edición del sistema Pre-Viaje. Por su parte, el Gobierno de la Ciudad también lleva adelante una política proactiva tratando de elevar el volumen de viajeros con el plan “Escapadas BA” para posicionar a la ciudad como destino en los 4 fines de semana largo del año y en las próximas vacaciones de invierno.
Este tipo de políticas han demostrado ser acertadas porque desde mediados de 2021 a la fecha, los visitantes que eligen nuestra ciudad vienen in crescendo.
Es así como tras la apertura de fronteras y según datos oficiales del Gobierno local, entre septiembre y diciembre de 2021 la Ciudad recibió 112.000 turistas internacionales, principalmente de Sudamérica (55%) -con un 21% de visitantes provenientes de Brasil, Europa (29%) y los Estados Unidos (13%). Y tan solo en enero de este año, arribaron 59.286 visitantes a través de Ezeiza y Aeroparque, lo que representa un incremento del 710% desde octubre de 2021. A ello se suma la recuperación de los cruceros, con 124 recaladas programadas para 2022-2023, un 5% más que las registradas en 2019-2020, y un total de 391.000 pasajeros.
Resta aún recuperar la total conectividad que se vio afectada por las medidas sanitarias que fueron tomando los diferentes países y provincias de nuestro país.
Y a pesar que el sistema aún no está funcionando a pleno, en Semana Santa unos 90.000 turistas recorrieron Buenos Aires con un gasto de alrededor de $3040 millones.
Quienes recorren nuestras callecitas son desde familias provenientes del interior o extranjero, hombres y mujeres que vienen con programas de negocios, profesionales convocados por Congresos y seminarios, estudiantes, LGTB y ahora también se apunta a los nuevos nómades digitales, personas que trabajan a distancia desde sus laptops mientras recorren el mundo manteniendo su estancia en un lugar durante determinados períodos. Por supuesto, los porteños también estamos invitados a calzarnos una mochila al hombro con celular y/o cámara en mano en mano podemos aventurarnos a asombrarnos con una Buenos Aires desconocida hasta nosotros mismos.
No hay duda que el turismo es uno grandes motores que traccionan la economía de nuestro país en general y de nuestra ciudad en particular. Es una herramienta muy válida para la recuperación en esta época pospandémica y si se expande de manera adecuada puede contribuir al desarrollo sustentable, por eso sería tan importante que en nuestra ciudad, además de los circuitos tradicionales comiencen a incluirse una oferta más abarcativa aprovechando rincones de todas las comunas que hasta ahora son poco conocidos en una Buenos Aires digna de descubrir.
En este sentido la Comuna 11 tiene un potencial extraordinario para establecer recorridos históricos, arquitectónicos, culturales y paseos de compras por sus centros comerciales.
Dentro de este abanico de posibilidades, los turistas pueden verse atraídos por conoce más cerca de la vida de grandes astros de nuestro deporte.
Es sí como la Comuna 11 podría ofrecer un CIRCUITO DEPORTIVO Y MARADONIANO. Los visitantes iniciarían su itinerario en el Estadio Diego Armando Maradona (Club Argentinos Juniors - Villa General Mitre) donde Diego debutó en primera división, pasar luego por La Casa de D10S (Lascano 2257, Villa del Parque) que hoy es un museo dedicado a su figura; allí el futbolista vivió de muy jovencito con sus padres y hermanos mientras entrenaba en el "bichito de la Paternal", conocer la Estatua del “10” emplazada en Alvarez Jonte 2173 (Villa Santa Rita), recorrer el club Parque (Marcos Satre 3258, Villa del Parque), institución para la que también jugó futsal consagrándola campeona en las temporadas en las que formó parte del equipo, además esta entidad guarda la historia de los inicios de grandes atletas que llegaron a destacarse en su vida profesional y formaron parte de nuestra Selección mayor, como el “Cuchu” Cambiasso, Redondo, Sorín, Riquelme, Tévez y tantos otros. Los turistas que llegaron hasta aquí no podrán irse sin visitar el Museo deportivo “Ramón Cereijo” del club Rácing (Nogoyá 3045), el club Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque que en 2022 está cumpliendo 100 años de vida y fue cuna de glorias del básquet que formaron parte del equipo mundialista de 1950 y otros emblemáticos atletas de esa disciplina. Hubiese sido ideal que el punto final y corolario de tan exquisito recorrido fuera la casa de la calle José Luís Cantilo 4575, en el barrio de Villa Devoto, donde Maradona ya convertido en un mito del deporte mundial, pasó momentos inolvidables. Lamentablemente este último punto es probable que de concretarse el circuito no pueda ser incluido porque está prevista la demolición del inmueble y hacer allí un nuevo desarrollo inmobiliario.
Otros itinerarios que el gobierno de la ciudad ya está promocionando son los espacios gastronómicos principalmente aquellos ubicados en el polo que se extiende alrededor de la plaza Arenales, en el marco del recientemente creado Distrito del Vino.
EL LADO B DE LA INDUSTRIA DEL TURISMO
Como toda actividad económica, el turismo no escapa a ocasionar efectos adversos cuando se implementa sin cuidar el medio ambiente y sin prevenir las consecuencias negativas que puede llegar a ocasionar a los residentes y en el territorio una política mal implementada.
En este sentido, hay mucho para aprender de las experiencias de otras latitudes.
Un reciente artículo publicado por el New York Times da cuenta de ello. Y relata que la experiencia vivida por varios países y ciudades demostró que “el éxito negligente era uno de los principales problemas de la industria, con costos cívicos y ambientales por exceso de turismo” o porque la infraestructura del lugar no estaba preparada para soportar la cantidad de visitantes que se acogían.
En el desarrollo de la nota se ponen algunos ejemplos: ciudades portuarias que se veían desbordadas por las oleadas de personas que llegaban en flotas de cruceros provocando una enorme contaminación; en Disneyword los visitantes tenían que soportar hasta dos horas de espera en largas filas para entrar tan solo a una de las populares atracciones y mucho peor era lo que sucedía en el monte Everest con aglomeraciones y multitudes que se agolpaban para llegar a la cumbre transformándola en el basurero más alto del mundo.
En este sentido resulta ilustrativo un Informe de la Organización Mundial del Turismo de Naciones Unidas que estimó que el turismo representó un cinco por ciento de las emisiones de carbono producidas por humanos en 2016.
Debido a estas circunstancias y buscando un mayor equilibrio los funcionarios de diferentes países y localidades están modificando las formas de encarar las políticas de esta área en esta nueva etapa pospandémica.
En nuestra comuna y particularmente en el área de Villa Devoto donde funciona el polo gastronómico y el nuevo distrito del vino puede resultar aleccionador tomar estas experiencias del mundo porque el Gobierno de la Ciudad prevé que el distrito del vino podría llegar a atraer a unos 400.000 turistas al año.
Y aunque aún no se radicó ninguna empresa con esa ley de fomento, el polo gastronómico alrededor de la plaza Arenales viene creciendo de manera sostenida por la promoción que el propio gobierno está haciendo de esta zona y la consecuente demanda creciente.
El ministro de Desarrollo Económico, José Luís Giusti, hace pocos días anticipó a un grupo de vecinos que en breve desembarcarán en esa área ventiseis “nuevos restaurantes vip”.
Si esto está en la agenda pública, debe considerarse que a poco de andar, el barrio parece no resistir la cantidad de visitantes que ya lo recorren. En las reuniones de cercanía que se realizan con funcionarios públicos, los vecinos una y otra vez están manifestando serios problemas para la circulación vehicular, falta de espacios para estacionar, problemas con los servicios públicos (suministro eléctrico, gas, agua corriente y cloacas), desorden y descontrol en el uso del espacio público, preocupación en materia de seguridad, inconvenientes con la higiene urbana y aumento de roedores, dificultades para acceder a la guardia del hospital Zubizarreta -único centro de salud pública en la zona- debido a los embotellamientos de tránsito y falta de controles de alcoholemia en una zona donde se promueve el consumo de bebidas etílicas. También hay un cuestionamiento por el cambio de destino de bienes de dominio público, como el Palacio Ceci y la posible habilitación de una confitería en la biblioteca pública Antonio Devoto.
Por lo tanto y para concluir, el turismo es una industria que puede generar un magnífico crecimiento. Nuestros barrios tienen un encanto propio y muy particular que está en su propia idiosincracia, en su fisonomía y en ser un verdadero oasis dentro de una ciudad que ha crecido no siempre de forma armónica.
Pero estas políticas para ser sustentables deben darse en el marco de serios estudios de impacto ambiental estratégicos y acumulados, de una exhaustiva planificación que incluya circuitos que promuevan una distribución equitativa de los beneficios de estos programas en los distintos barrios y que no se transforme en un costo provocando el deterioro en la calidad de vida de los residentes y amplificando problemáticas de los territorios.
Implementar estas políticas sin atender estas cuestiones puede traducirse en que las buenas expectativas se conviertan en un negocio efímero, de crecimiento cortoplacista pero que sucumba en el mediano plazo, además de deteriorar nuestros barrios.
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