DISTRITO DEL VINO
PALACIO CECI
EL AMOR ES MÁS FUERTE
Ese sentimiento se palpó durante el festival realizado el 9 de abril en las puertas de la Escuela “Bartolomé Ayrolo” (Avenida Lincoln 4300) como en los hechos que se vienen sucediendo en torno a la defensa del Palacio para que siga perteneciendo a la institución y no pase a ser “La Casa del Vino” dentro del flamante distrito económico creado por el Gobierno de la Ciudad en septiembre de 2021.
¿Qué piden al gobierno de la ciudad la escuela y las asociaciones que reúnen a la comunidad sorda?
El conflicto que se desató por el posible cambio de destino del Palacio Ceci puso sobre el tapete una gran historia de amor que durante décadas estuvo oculta detrás de los muros de un palacio que cobijó a miles de niños y adolescentes que encontraron allí contención, formación y procesos de socialización para superar las dificultades que les impone su discapacidad y aprender habilidades que les permite insertarse plenamente en la sociedad.
Todo comenzó cuando las autoridades del Gobierno de la Ciudad le comunicaron a los directivos de la escuela que debían entregar las llaves del Palacio Ceci para una refacción integral.
La alegría no podía ser mayor!. Esto era algo que la escuela venía reclamando desde el año 2015 cuando el inmueble quedó prácticamente inutilizado debido a problemas de cañerías que obligaron a cortar el suministro de agua. En consecuencia, las actividades escolares pasaron a realizarse casi íntegramente en el nuevo edificio que está sobre la calle José Cubas 4100.
El Twitt que advirtió el cambio de destino del Palacio |
Pero paralelamente y de manera fortuita se enteraron que el Palacio cambiaría su destino, gracias a un Twitt publicado por la ministra de Cultura de la provincia de Mendoza -que recientemente había visitado el Palacio junto a funcionarios del Ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad- donde informaba que el palacio se convertiría en la nueva “La Casa del Vino” para la explotación turística en el marco del distrito económico recientemente creado
Y mientras esto se difundía en las redes sociales, sin informar a las autoridades escolares el Ministerio de Educación de la Ciudad dispuso subdividir el predio manteniendo para sí el nuevo edificio que linda sobre la calle José Cubas al 4100 donde está funcionando la escuela y la parcela donde está el palacio la transfirió al Ministerio de Desarrollo Económico.
En ese momento la alegría se derrumbó…
Cuando la comunidad educativa se entera de lo que entienden es un “despojo” y un avasallamiento a sus derechos, deciden emprender una lucha, que saben de antemano demasiado desigual por las fuerzas y poderes a enfrentar, pero aún así están dispuestos a dar esta batalla.
Es así, como en cada una de las manifestaciones que se sucedieron hasta el festival que se realizó el 9 de abril en la puerta del colegio, uno podía cruzarse con alumnos, padres, familiares y ex-alumnos de todas las edades, incluso algunos con sus casi 100 años de vida no se amilanaron y dijeron presente para apoyar a la escuela de la cual atesoran preciados recuerdos por los días pasados cuando eran niños y jóvenes. Para algunos de ellos, provenientes de diferentes provincias del país, esta escuela fue su hogar en los largos períodos en los que les tocaba estar lejos de sus familias e internados en la institución.
Algunos de sus ex-alumnos de avanzada edad también dijeron presente en los actos para defender a su escuela |
Y allí muchos se preguntan ¿Por qué arriesgan tanto? ¿No les resultaría más fácil entregar las llaves para evitar tantos dolores de cabeza que en algunos casos hasta está repercutiendo en su propia salud?
Estos cuestionamientos que guían a la razón no son los que mandan en el corazón de los protagonistas de esta historia. El mejor ejemplo lo encontramos en su directora, María Rosa López, cuya vida desde muy pequeña está ligada a sus vivencias en esta escuela cuando su madre era auxiliar de cocina, a las innumerables veces que compartió juegos en el patio del palacio con los niños que asistían a la escuela y a la fuerte influencia que ejerció su padrino, el Profesor Juan Carlos López, que fue director del “Ayrolo”. Todo contribuyó a forjar en María Rosa una vocación que se transformó en su profesión. Y con los años su sueño de ejercer en el colegio se convirtió en realidad llegando a ser en la actualidad la cabeza de la institución. Algo similar sucede con otros docentes y directivos que son ex-alumnos y volvieron a la escuela convertidos en profesionales dispuestos a dar lo mejor de sí.
Dentro de esta gran familia movilizada están los padres de alumnos y ex-alumnos que se han puesto la camiseta y salieron a la cancha a utilizar todos los medios a su alcance para contar y transmitir lo que les está sucediendo.
Hace pocos días esta comunidad educativa tuvo que vivenciar otro hecho no menos doloroso cuando Facundo Del Gaiso, vecino de Villa Devoto, legislador porteño por la Coalición Cívica – Cambiemos y autor de la ley del Distrito del Vino, manifestó por distintos medios periodísticos su decisión de denunciar ante la justicia a la cooperadora de la escuela y a un fotógrafo y periodista del barrio por “usurpación”, “administración fraudulenta” y “malversación de caudales públicos” debido al uso que estaban haciendo del Palacio Ceci. Fundamentalmente cuestionaba el uso del edificio para filmaciones y visitas guiadas.
Uno de los posters que lucía durante el festival en el frente de la escuela |
Y en el mismo documento agrega “como el objetivo es callar a la ciudadanía, el legislador no tuvo en cuenta que los usos realizados por productoras para filmar películas contaron con el permiso del Ministerio de Educación a través del sistema Baset, y que otros recursos que recibió la Cooperadora fueron donaciones para el mantenimiento del Palacio Ceci, que a pesar de ser un edificio patrimonialmente protegido fue abandonado por años por el GCBA que desatendió los insistentes reclamos de la dirección de la escuela.”
Y en esta lucha la comunidad comenzó a sentirse acompañada… las primeras manifestaciones de apoyo provinieron de las asociaciones que reúnen a la colectividad sorda y de la Confederación Argentina de Sordos. No faltaron algunos de los juntistas de la Comuna 11, los Consejos Consultivos de las Comunas 11 y 10, legisladores porteños, la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto, los colectivos #Sinbarrerasnituneles, “Vecinos Unidos de la Comuna 11” “Residentes del Distrito del Vino”, VecinosxSaavedra, Vecinos del Parque Saavedra, Vecinos Unidos de Nuñez, Somos de Ortuzar, Colegiales Participa y decide, entre otros. También hay residentes de Devoto, Villa del Parque, Villa Santa Rita, Villa General Mitre y otros barrios porteños que de manera individual y a medida que se van enterando lo que sucede con el Distrito del Vino en general y las vicisitudes que está atravesando la escuela en particular, comienzan a empatizar y suman su adhesión para lo que consideran un “despojo”, un atropello a los derechos y un avasallamiento sobre los bienes públicos, no termine de consumarse.
¿Qué piden hoy las autoridades y asociaciones que reúnen a la comunidad sorda al Gobierno de la Ciudad para solucionar este conflicto?
La conformación de una Mesa de Trabajo con integrantes del Poder Ejecutivo con capacidad de decisión y en las condiciones democráticas que garantizan la Constitución y el sistema normativo de la ciudad.
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