COMUNA 11

REUNIÓN DE CERCANÍA.

ENCUENTRO DE JORGE MACRI CON VECINOS DE DEVOTO.

Fuertes reclamos por las consecuencias directas e indirectas del nuevo Distrito del Vino y del Código urbanístico que está transformando el barrio e impactando sobre vastas áreas que hasta ahora eran netamente residenciales y de casas bajas.

Vecinos reclamaron por el nuevo Distrito del Vino y por el Código Urbanístico
en la reunión de cercanía con Jorge Macri, Ministro de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

Con estilo propio, educado y salidas simpáticas, Jorge Macri buscó empatizar con los asistentes evitando la confrontación en una reunión de cercanía llevada a cabo el jueves 10 de marzo en el Círculo Devoto (Pedro Morán 4151, CABA).

En un salón colmado de vecinos que le plantearon sus preocupaciones, reclamos y propuestas, el flamante Ministro de Gobierno de la Ciudad, estuvo escoltado por el presidente de la comuna, Nicolás Mainieri y un joven que ofició de moderador.

En la primera parte del encuentro el funcionario se dedicó a escuchar a los vecinos que se anotaron para hacer uso de la palabra. La mayoría de las intervenciones se centraron en las consecuencias no deseadas de la nueva ley del Distrito del Vino (que está extendiendo y ampliando el polo gastronómico, promocionando la radicación de bodegas, depósitos, comercios, escuelas de cata, y eventos callejeros) y que combinado con la aplicación del Código Urbanístico están produciendo una acelerada transformación de la fisonomía local y alterando el bucólico estilo de vida que caracterizaba a este rincón de la ciudad, un verdadero oasis por el cual siempre se lo conoció como el “Jardín de Buenos Aires”. 

Jorge Macri en reunión de cercanía
en Villa Devoto

DISTRITO DEL VINO Y CÓDIGO URBANÍSTICO:

La creación del Distrito del Vino y el Código Urbanístico sancionado en 2018 con sus recientes modificaciones están generando problemáticas devenidas de su implementación. Algunos vecinos hicieron referencia directa a ello y otros se centraron en los padecimientos que enfrentan día a día, como son la falta de estacionamiento, problemas serios de circulación y embotellamientos vehiculares, inseguridad, ausencia de controles, mayor suciedad y ratas, invasión del espacio público, fueron algunas de las cuestiones planteadas.

Alejandra Escurra, tercera generación de devotenses, marcó que el Distrito del Vino “ha cambiado el Código Urbanístico en un polígono que abarca la parte residencial de Devoto”. Y añadió… “(esta ley) no fue consultada a los vecinos y no tuvo doble lectura. Yo estoy segura que acá hay muchas personas que están en total desconocimiento de lo que se trata esto. Creo que hay un negocio inmobiliario que responde a pocos negociantes, no a los residentes del barrio de Devoto que queremos conservar la calidad de vida que siempre hemos tenido” (aplausos). Y condenó… “Los cambios y el progreso no tienen nada que ver con las demoliciones que estamos viviendo en Devoto”.

En la misma línea Guillermina Candotti apoyó que debe conservarse la fisonomía del barrio y poner un límite a la construcción.

A su turno, Graciela Solari no dudó en preguntarle a Jorge Macri… “¿Qué harías vos si en tu espacio ponen un distrito del vino que queda lindo en Mendoza pero no queda lindo en este barrio, que es un barrio tranquilo?” Y se quejó porque… “Les permiten a los comercios hacer cosas que de ninguna manera nos permitirían hacer a los vecinos, como ocupar casi todas las veredas, tapar bocas de tormenta, anular paradas de colectivos (con las nuevas terrazas que están sobre la calzada)…" Repudió que la escuela Ayrolo sea destinada al Distrito del Vino y cerró su participación diciendo… “van a arruinar al barrio”.

Malena aludió al proceso de gentrificación que vive la zona, que está expulsado a los residentes de manera acelerada.

Diego Gómez enfatizó en la inseguridad vial que existe con una “total desprotección de los automovilista y vecinos: autos en contramano, violación de luces rojas, monopatines por las veredas, agresión en las calles…”

Ana María Prado comentó que la mayor constructividad está marcando el “derrumbe de nuestra cultura”. Señaló que “en Marcos Paz y Beiró andan y estacionan constantemente las motos en la vereda”. Y también le inquieta la inseguridad.

En relación a mantener la idiosincrasia del barrio, Susana mostró su desazón porque ella no quisiera que se pierdan las características propias del barrio para que las generaciones futuras “disfruten del Devoto que yo disfruté” y marcó el simbolismo que tiene para la comunidad “la calesita de Tito”.

Alicia se quejó por la falta de estacionamientos en el área del polo gastronómico. Por eso, sugirió que se hiciera un garaje subterráneo debajo de parte de los terrenos lindantes a la estación del FSM, donde hasta hace un tiempo atrás había un vagón que funcionaba como bar y restó.

Sandra mostró su intranquilidad por la nueva medida que dispone la prohibición de estacionar sobre avenida Chivilcoy (desde Beiró hasta el paso a nivel del ferrocarril San Martín) y le preguntó a Macri “¿Dónde vamos a estacionar? No todos vivimos en casas que cuentan con garajes propios y los nuevos edificios suelen disponer de pocas cocheras en relación a la cantidad de unidades construidas”.

Ana María, Sandra y Beatriz mencionaron la falta de limpieza, existencia de roedores y restos de comida esparcidas en las veredas donde están instalados los locales gastronómicos.

Alejandro, se presentó como arquitecto y vecino. En su intervención manifestó que desde su profesión está viendo cómo impacta el polo gastronómico -con la habilitación de nuevos negocios, por ejemplo, sobre Salvador María del Carril- en los que habitan. Aludió a la pérdida de identidad con tantas nuevas construcciones. Le preocupa que a Devoto le termine pasando lo mismo que a Villa Urquiza y Belgrano. Terminó su exposición diciendo… “No hay estudios de impacto sobre lo que todo esto produce en los lugares donde vivimos”.

Por último, Mónica Rodríguez, vecina y directora de este medio, señaló que la ley del Distrito del Vino se sancionó tan solo en quince días y el proyecto se consultó con las 20 grandes bodegas del país, con gobiernos de cinco provincias de producción vitivinícola y la cámara de comercio local, pero obvió el debate con los principales actores sociales que son quienes residen en el territorio, no cumpliendo con la Constitución y leyes vigentes que establecen en nuestra ciudad una democracia participativa. También mencionó que llama la atención de los habitantes de la Comuna 11 que el Distrito del Vino se establezca sobre un polígono que recae 90% sobre áreas netamente residenciales de Villa del Parque y Devoto, que además son las zonas de mayor valor del metro cuadrado de la tierra después de barrios como Puerto Madero o Palermo, con un nivel de desarrollo económico y potencial que siempre fue de la mano del sector privado y no necesitó ni necesita leyes de fomento y exenciones impositivas como las que establece la ley del Distrito del Vino (Nº 6447) para seguir creciendo y desarrollándose. Y sí lo precisarían otras áreas de la comuna tanto de Villa Devoto (zona de la cárcel), sectores de Villa del Parque, Villa Santa Rita y Villa General Mitre. Por esto, la vecina sugirió que ameritaría una revisión de esta ley para establecer una nueva y diferente demarcación para el distrito del vino.

Con ánimo propositivo también se refirió a que deben asignarse mayor cantidad de recursos humanos , materiales y tecnológicos (cámaras de seguridad prometidas) en áreas como seguridad y controles de alcoholemia. Y si como dice el G.C.B.A, esperan alcanzar 400.000 turistas que visiten este polo gastronómico y distrito del vino, las autoridades deberían urgentemente y antes que termine de colapsar, dotar al barrio de la infraestructura necesaria para soportar semejante cantidad de visitantes, sobre todo en lo que hace a estacionamiento y administración del tránsito en un área que está encerrada por dos líneas ferroviarias y con diagonales que hacen compleja la circulación para quienes desconocen el trazado urbano que recae sobre este territorio.

OTROS TEMAS:

Hubo vecinos que se refirieron a otras problemáticas como la erradicación de la cárcel de Devoto cuya presencia desvaloriza toda el área circundante; pidieron bicisendas de mano única porque las de doble mano son un verdadero peligro para los ciclistas y para los automovilistas, la eliminación del boulevard de avenida Chivilcoy porque para lo único que sirve es para que se “junten a emborracharse y drogarse”.

Solicitaron un semáforo de giro a la izquierda en la intersección de avenida Beiró y Quevedo y reductores de velocidad a la altura de Cervantes y José Pedro Varela.

Beatriz Pasarello celebró los progresos en la ciudad, aunque se quejó por la presión impositiva, recomendó que en vez de seguir aumentando impuestos, las autoridades realizacen y cobren más multas por infracciones.

Jorge indicó que hay una falta de coordinación en el Gobierno de la Ciudad en el área de comunicación (entre los mails, el 147 y los CGP - sedes comunales). Puso como ejemplo su caso: su madre hace 18 años que reclama que le arreglen la vereda y nunca la hicieron, mientras a él (vive en otro domicilio) aunque nunca lo pidió, en el término de tres años ya le hicieron la vereda dos veces.

Uno de los presentes denunció que los dealers de la droga del partido de General San Martín (provincia de Buenos Aires) llegaron a Villa Devoto.

RESPUESTAS DE JORGE MACRI:

La segunda parte del encuentro, Jorge Macri la dedicó a responder los planteos que hicieron los vecinos.

Bicisendas: Macri coincidió en que lo ideal sería que las bicisendas fueran de mano única, pero su implementación requeriría una red mucho más grande.

Para él la mejor solución sería integrar a todas las formas de transporte con la mirada que recomienda Naciones Unidas para las grandes urbes y es el concepto de calles de 30-35 km de velocidad máxima. Pero para que estas políticas sean exitosas se requiere un mayor nivel de conciencia y respeto por parte de todos: automovilistas, ciclistas, y peatones. Y sentenció que es difícil porque: “Declamamos muchos compromisos, pero después agredimos con nuestro accionar diario”.

Droga y seguridad: le preocupa mucho y marcó que la ausencia del Estado ha generado un impacto en esta zona de la ciudad, como en Vicente López y San Isidro. Considera que hay que hacer cumplir la ley en todas las instancias y no eximir al narcomenudeo.

Cámaras de seguridad: le va a plantear al ministro de seguridad la instalación de puntos seguros en las áreas de alta concentración de personas. Es la instalación de un botón de alerta que sirve para todo tipo de emergencias. Es una herramienta que ya probaron en Vicente López y dio muy buen resultado.

Uso de veredas: expresó… “A mí me gusta haber recuperado el uso del espacio público. En el momento de pandemia todo el mundo aceptó que la gastronomía ocupe el espacio público porque nos identificamos con el momento difícil y complejo que vivíamos donde muchos iban a tener que cerrar si no podían laburar, también hace a la identidad del barrio, a la cultura. Creo que ahora hay que plantear un nuevo equilibrio”.

Impuestos: “Cuando desaparece un ingreso hay que compensarlo porque de lo contrario se podrían poner en riesgo servicios esenciales”.

Cárcel de Devoto: “primero hay que sacar la cárcel y después veremos qué hacemos con el espacio público”.

Para finalizar se refirió al Distrito del Vino y puntualizó “entiendo la intensidad de la preocupación…” “Voy a tomar particularmente el tema. No lo conozco en profundidad el proyecto… “Voy a tratar de entender el concepto del polígono…”

Y aseguró que después de reunirse y escuchar al Ministerio de Desarrollo Económico para informarse y entender bien el tema, propondrá hacer una reunión de trabajo específica con vecinos para ayudar a encontrar equilibrios. Y propuso atender el fomento, los objetivo, los desvíos que pueden estar sucediendo en la implementación, tratando de encontrar una diagonal que equilibre las tensiones.

Aunque se mostró escéptico en cuanto a cómo se va a generar el ámbito de interacción… “con algunos de ustedes porque no es para los más ruidosos nada más” y agregó… “a veces la representatividad la intentan ejercer los más ruidosos y en realidad lo que necesitamos es escucharnos todos”.

Por último, mencionó que a esa mesa de trabajo también invitará a los gastronómicos para comprometerlos con el barrio porque si el barrio se pone feo, hay ratas, no se puede estacionar, su propio negocio no va a prosperar y hay que procurar encontrar ese equilibrio”.