INSTITUTO EVANGÉLICO AMERICANO
UNA PANDEMIA QUE NOS IGUALA
Escriben:
Profesora Silvina Di Lonardi – Rectora
Profesor Pablo Cariboni – Director de Estudios
Prof. Paula Ramos Andújar – Directora de Estudios
Escuchábamos en enero de la existencia de una epidemia que estaba sucediendo allá lejos, en el continente asiático, y creímos que no afectaría a nuestro país ni a nuestra población, pero no fue así, y el 3 de marzo tuvimos la noticia del primer caso de Covid-19 positivo en Argentina. A partir de ese momento comenzamos a transitar días de incertidumbre y paulatinamente se empezaron a escuchar las voces de una posible suspensión de clases.
En todo momento los equipos directivos de los tres niveles junto a la Dirección General, trabajamos de manera conjunta pensando las mejores estrategias para abordar lo que parecía inevitable y necesario, comenzar a transitar un camino poco conocido y no elegido de educar desde la virtualidad en un contexto de emergencia. Nos hicimos cargo de las circunstancias, desarrollamos nuevas habilidades y nos reinventamos en la tarea.
Sabemos y sentimos que la educación virtual no reemplaza en ningún aspecto a la educación presencial, pero entonces, frente a la imposibilidad de asistir al colegio, pusimos en marcha todos los recursos de los que disponíamos para garantizar que el proceso de enseñar y de aprender pudiera llevarse adelante con un esfuerzo mucho mayor, que nos estábamos moviendo en un territorio también novedoso para nosotros.
Al principio, planificamos una tarea que tendría una duración de 15 días, con la intención pedagógica de rescatar y diagnosticar saberes previos para así poder planificar las siguientes propuestas, con firmes sospechas, que tal vez esto pudiera extenderse.
Asimismo, comenzamos con la utilización de la plataforma Santillana, que hasta ese momento había sido soporte tecnológico a la actividad presencial y de un día para otro, pasó a ser el único medio de trabajo.
Enseguida sentimos que necesitábamos estar más cerca y programamos los primeros encuentros Zoom con los profesores, consejeros y preceptores para afianzar las relaciones y para conocerlos y que nos conozcan. Mantuvimos en todo momento reuniones virtuales de equipos para repensar nuestro trabajo y analizar conforme pasaban los días, nuevas estrategias.
Así fue que fuimos generando paulatinamente encuentros Zoom con los docentes de diferentes espacios curriculares, para acercarlos aún más a sus profesores y ellos a los estudiantes y disponer de un nuevo momento de trabajo que sumado a la actividad de la plataforma garantice una mejor y más efectiva apropiación de los contenidos. Los cambios generalmente no se dan de un día para el otro, pero la pandemia nos obligó a cambiar, la escuela no quedó al margen y eso requirió de un tiempo.
A medida que tomábamos conocimiento de la buena recepción de estos encuentros, y teniendo en cuenta la carga horaria presencial, fuimos agregando clases virtuales, hasta llegar a la fecha con un promedio de 15/16 encuentros por semana. Nuestra intención fue generar un trabajo combinado entre las propuestas de la plataforma y los encuentros Zoom.
Sabemos también que en algunos casos, existen dificultades en relación a los insumos tecnológicos, y por esto es que entendimos que la anticipación allanaría estas dificultades. Tuvimos también entrevistas individuales con familias y estudiantes que ameritaban un encuentro personalizado. Pudimos dar inicio al curso de ingreso a primer año 2021, encontrándonos previamente con las familias aspirantes.
En todo momento estuvimos acompañados por los profesionales que conforman el departamento de Orientación Escolar, que participan de los encuentros con los consejeros y asesoran a todo el equipo generando propuestas y sugerencias.
Como dijimos anteriormente, esta pandemia nos igualó, todos nosotros experimentamos sensaciones similares a las de ustedes.
También tenemos miedos, también extrañamos a los familiares que no podemos ver, y sobre todo, aquellos que tenemos el privilegio de trabajar de lo que amamos, extrañamos muchísimo la cotidianeidad del cole.
Verlos, escucharlos sentirlos, reírnos juntos o llorar a veces, esa es la manera que entendemos de educar.
Seguramente este tiempo pasará y cuando el día del reencuentro llegue, ninguno de nosotros será igual al 20 de marzo. Quiera Dios que este tiempo nos haya fortalecido y transformado en mejores personas. Y hasta que ese día llegue, seguiremos trabajando cone l compromiso y profesionalismo de siempre para garantizar que todo lo que vivimos sea un aprendizaje para valorar más aquellas cosas que damos por hecho, para ser más tolerantes, más humildes y solidarios.
Confiamos en cada uno de nuestros estudiantes y docentes y sabemos que están haciendo las cosas muy bien.
Fuente: Revista IDEAS del Instituo Evangélico Americano
No hay comentarios:
Publicar un comentario