viernes, 31 de enero de 2020

INFORME ESPECIAL

TURISMO


Destino: ARGENTINA


De los sectores más dinámicos de nuestra economía, es punta en la generación de divisas.
La ciudad de Buenos Aires, uno de los mayores polos de atracción, debe diagramar circuitos turísticos que incluyan a todos los barrios.
La Comuna 11, hoy absolutamente desplazada tiene mucho para ofrecer.

Escribe: Lic. MÓNICA A. RODRÍGUEZ - Dirección

Sin duda conocer gente de otras latitudes suele ser una experiencia enriquecedora. Tanto si viajamos como si recibimos.
Interactuar con personas de diferentes lugares deja vivencias que perduran para siempre en nosotros.
Visitar nuevos destinos o volver a aquellos por los que alguna vez hemos transitado nos nutre de recuerdos imborrables, tanto por sus paisajes paradisíacos como por las aventuras que nos proponen.
Viajar es uno de los placeres más reconfortantes de la vida, con la ventaja que hoy con el avance en las telecomunicaciones se hace cada vez más fácil programar itinerarios ajustados al gusto e interés de cada uno y los traslados son mucho más ágiles.

Esto que nos sucede a cada uno, cuando se evalúa desde el punto de vista colectivo y económico, se traduce en un potencial para el desarrollo y es uno de motores que mueve a la economía mundial, medido en términos de inversión pública y privada, creación de empleo y generación de divisas para los países.
Basta ver los fríos números. Según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), tan solo en 2018 se registraron en todo el mundo cerca de 1.400 millones de llegadas de turistas internacionales, es decir prácticamente se movilizó el equivalente a la sexta parte de la población mundial en este concepto.
Esto no hace más que evidenciar la importancia global de una industria, la turística, que es responsable de la creación de más de 120 millones de empleos y cuya aporte directo al PIB mundial asciende desde el año 2013 a más de dos billones de dólares estadounidenses, como hizo público el Consejo Mundial del Viaje y el Turismo.
Argentina, con bellezas naturales únicas ha multiplicado en la última década su capacidad para recepcionar turistas de distintas partes del mundo y logró consolidar el turismo local en sus diferentes facetas: aventura, cultural, de entretenimiento, de relajación, orientados a diferentes segmentos: jóvenes, familias, tercera edad, parejas, amigos.
Ello trajo su recompensa y se vio reflejado en el sustantivo crecimiento de esta “industria sin chimeneas”.

Algunos factores que favorecieron al sector en nuestro país son estructurales y otros coyunturales. Dentro de los primeros, podemos mencionar la inversión pública y privada que se fue haciendo en infraestructura a lo largo de todos estos años, tanto en puntos turísticos como mejora de rutas y puertos, la aparición de líneas aéreas Low Cost que diversificaron el mercado tarifario y optimizaron la conectividad. Dentro de las variables de coyuntura, influyeron positivamente para el sector, sobre todo en el último año, las sucesivas devaluaciones que atrajeron mayor cantidad de turistas internacionales.
En 2019 la actividad turística generó en nuestro país alrededor de quince mil millones de dólares de ingresos, con un movimiento de aproximadamente quince millones de turistas, ocho millones extranjeros (cifra récord) y siete millones de visitantes locales que pasearon dentro del país. En términos comparativos, estas entradas equivalen a toda la producción de maíz; o a 1,4 veces la producción de soja; o a 1,2 veces la producción de petróleo o automóviles.
El turismo en términos de exportación representa el 8% y es el cuarto complejo exportador de Argentina, ubicándose debajo del oleaginoso, el cerealero y el automotriz.

Pero a pesar de este enorme esfuerzo productivo, los datos del Banco Central no fueron alentadores. En un informe emitido en noviembre de 2019 el balance interanual del rubro turismo detectó un déficit de unos U$S5.000 millones. Esto se debe a los viajes de los argentinos al exterior y a las compras que nuestros connacionales realizaron fuera del país con tarjetas de crédito tanto sea por turismo como en otros conceptos.
La nueva gestión del gobierno nacional que asumió el pasado 10 de diciembre se propone continuar apuntalando al sector como factor central de la producción y generación de empleo pero a la vez decidió retener la mayor parte de divisas que genera el turismo internacional receptivo, desalentando la salida del país de argentinos, con fines turísticos.
Así, puso en marcha algunos instrumentos de política económica, como son la fijación de un impuesto del 30% a la compra de moneda extranjera, pasajes en el exterior, locaciones, consumos y gastos realizados con tarjetas en otros países. De este modo espera que la balanza se incline hacia el otro lado generando superávit.
Es una verdad de perogrullo que estas medidas extraordinarias vinieron de la mano de la necesidad imperiosa de generar y retener en el menor tiempo posible la mayor cantidad de divisas para que el país pueda hacer frente a los enormes compromisos de deuda externa con vencimientos en el muy corto plazo. 
A pesar del escaso tiempo transcurrido los primeros resultados de esta reformulación política comenzaron a verse.
Las reservas de viajes de vacaciones al exterior se redujeron sensiblemente, y a la par va despegando el turismo local que durante el primer mes del año mostró un alto porcentaje de reservas y ocupación en los principales centros turísticos nacionales: Norte, Mendoza, Iguazú, Córdoba, Bariloche y por supuesto la costa Atlántica y ciudad de Buenos Aires.

Hay muchísimo por hacer en un sector que para Argentina puede ser factor fundamental de desarrollo. Tan solo pensar que Europa recepciona alrededor de 713 millones de turistas al año mientras los países latinoamericanos tan solo 213 millones, que China e India se han convertido en grandes emisores de turistas a todo el mundo pero muy pocos, al menos por ahora, eligen América Latina, nos habla de un mercado potencial en plena expansión y nuestro país tiene mucho para ofrecer en este sentido.

No queremos ni podemos cerrar este artículo sin mencionar la importancia del turismo social orientado a niños, adolescentes y personas de la tercera edad. Para ello, es indispensable y urgente la recuperación de las Unidades turísticas de Chapadmalal y

El castillo de los Bichos en Villa del Parque
guarda una de las leyendas más sorprendentes.
Embalse que se han visto deterioradas durante décadas sin una inversión sustantiva por parte del Estado nacional (del cual dependen), para que vuelvan a brillar como en sus mejores épocas. En paralelo y de manera complementaria, se requieren activos programas de intercambio entre todas las provincias fomentando este tipo de turismo, no solo por los recursos económicos positivos que produce en las economías locales durante todo el año sino por la importantísima acción social que conlleva.
En este sentido, la Ciudad de Buenos Aires cuenta con el complejo “Puerto Pibes” para recepcionar y alojar a niños, niñas y adolescentes (hasta 21 años de edad) de diferentes puntos del país, brindando pensión completa, actividades recreativas, deportivas y culturales, incluyendo paseos y visitas guiadas.

Y si de la ciudad de Buenos Aires hablamos, uno de los destinos turísticos más elegidos del país, aún sigue desaprovechándose y sin armar una red que contemple diferentes circuitos en cada una de las comunas y barrios de nuestra ciudad, lugares que ofrecen historias atrapantes y atracciones para los visitantes. La Comuna 11, entre otras, es una de las jurisdicciones desplazadas, a pesar de contar con hermosos e ilustrativos puntos. Se podrían armar circuitos futbolísticos y maradoniano, recorrida tanguera ó mostrar el eclecticismo arquitectónico que ofrecen los cuatro barrios de la comuna desde construcciones que reflejan las diferentes corrientes migratorias a algunas bellas mansiones con aires palaciegos ubicadas en Villa del Parque y Devoto con sus singulares historias. Esto también abriría una nueva veta para las empresas radicadas en la región e impulsaría sensiblemente al sector gastronómico de los que contamos con propuestas emblemáticas que se han hecho merecedoras de importantes reconocimientos, como El Antojo, el bodegón que tiene la mejor milanesa de Buenos Aires.

1 comentario:

  1. Excelente artículo y muy buenas sus sugerencias! Estoy totalmente de acuerdo con el potencial que podría tener para el turismo local y extranjero armar tours que también incluyeran lugares emblemáticos de nuestra comuna como bares notables, edificios que son patrimonio histórico y arquitectónico y también un recorrido Maradoniano que incluya la casa de Devoto y un poco más allá en Paternal el lugar donde vivió de adolescente y hasta una parada en la cancha de Argentino Jrs. Viví en USA durante 15 años de mi vida y si hay algo que siempre admiré de los estadounidenses es la capacidad que tienen de honrar y resaltar cualquier aspecto importante de cada pequeño pueblo, haciendo marketing de lo que sea para atraer visitantes. Deberíamos pensar en algo similar! Saludos cordiales,

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