PREVENCIÓN
LINFEDEMA
¿Qué es y cómo prevenir esta enfermedad que crece a pasos agigantados?
El día de ayer, 6 de marzo, fue el Día Internacional del Linfedema.
Estas jornadas sirven para que todo el mundo conozca una patología que sigue siendo desconocida y que, desafortunadamente, afecta a casi 300 millones de personas en todo el mundo y va in crescendo.
El linfedema es la acumulación anormal de líquido linfático en diferentes partes del cuerpo, con mayor frecuencia en las extremidades.
Esta sería la definición de una de las enfermedades crónicas más incapacitantes, molestas e incomprendidas, que resta mucha calidad de vida a los afectados.
Si tuviéramos que explicar que es el linfedema, al día de hoy, más que explicar en qué consiste esta enfermedad, deberíamos hablar de cifras y del alarmante aumento de casos.
Se estima que en la actualidad hay 350 millones de personas afectadas en el mundo. En la Ciudad de Buenos Aires aparecen 3 nuevos casos por día.
Un porcentaje elevado para considerar a esta dolencia como “enfermedad rara”, aunque sigue siendo desconocida por pacientes, personal sanitario, estatutos sociales y la misma comunidad.
Pero lo que no debería ser tan desconocido es su relación como secuela crónica del cáncer. A pesar que se sabe que 1 de cada 4 pacientes supervivientes del cáncer de mama lo desarrollarán como secuela de los tratamientos oncológicos, resultando una deformidad mamaria después de la resección de un tumor. En Europa el Linfedema es la secuela más invalidante del cáncer de mama.
¿Por qué es importante que nos concienticemos sobre la existencia del linfedema?
Porque la probabilidad de éxito del tratamiento aumenta cuanto más rápido es el diagnóstico. Se puede llegar a normalizar la vida y el miembro afectado del paciente, y con todo esto su calidad de vida.
Pero la realidad es que la gran mayoría de los diagnósticos llegan cuando la enfermedad está muy avanzada y hay gran afectación, causando problemas psicológicos y sociales de largo plazo, además de los físicos.
Por este motivo, debemos concienciarnos todos, también a las autoridades sanitarias y a los profesionales que no pueden olvidar esta patología.
Hay que invertir esfuerzo, trabajo y medios para investigar más y poder tratar el Linfedema y, sobre todo, prevenirlo.
El primer paso y el más importante es informar a las pacientes que tras una resección de ganglios se puede crear un linfedema y tratar de ayudarlos a que aprendan a diagnosticarlo lo antes posible. Para ello, deben acudir a aquellos profesionales que las pueden ayudar a solucionar este problema.
Lugares de tratamiento en Buenos Aires:
- Hospital de Clínicas – Sector linfología
- Hospital Roffo
- Fundación Favaloro- Dr. Miguel Amore
- Hospital Militar
Agradecemos la información suministrada por la señora Margarita Giraldo.
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