VENTAS EN VILLA DEL PARQUE
BALANCE DEL DÍA DEL PADRE
En consonancia a lo sucedido en la mayoría de los centros comerciales a cielo abierto de la ciudad de Buenos Aires, en Villa del Parque se registraron tendencias similares.
En base a un relevamiento de la Unión de Comerciantes con sus asociados y a una encuesta propia pudimos arribar a los siguientes datos:
Los restaurantes y confiterías manifestaron que tuvieron una demanda superior a las de un fin de semana normal, pero nada “espectacular”.
Algo similar pasó con la venta en vinotecas que registraron aumentos de alrededor del 12% (en cantidades) en relación al 2016. En general la compra se centró en varietales y bodegas de un precio medio y se obviaron los estuches, la cristalería y los accesorios. En este caso, el vino resultó una opción positiva porque es un bien valorado y no tan oneroso.
Este año los rubros menos favorecidos fueron deporte con una caída del 13%, calzado e indumentaria vendieron 25% menos y el más afectado fue regalaría donde la baja trepó al 30% en relación al año anterior. También se vieron perjudicados los sectores de perfumería, accesorios de computación y electrónica.
El promedio de gasto por compra fue de $600.
Cuando indagamos un poco más algunos comerciantes mencionaron que se notó una limitante presupuestaria y a la vez se observa un cambio de hábitos de quienes prefieren “regalar” una salida en familia en la que todos disfrutan del paseo.
En todos los rubros es digno destacar que los datos reflejan el promedio pero la realidad no fue igual para todos. Aquellos que supieron atraer al cliente con ofertas especiales, promociones interesantes o descuentos en las formas de pago resultaron más favorecidos. De allí que al momento de pagar muchos consumidores eligieran abonar en efectivo para acceder a más beneficios, por supuesto la mayoría optó por apelar a las tarjetas de crédito para tener el financiamiento en cuotas.
Los comercios de indumentaria reconocieron que este mes vendieron más que en mayo, aunque no fue suficiente para alcanzar los volúmenes del año anterior.
A pesar del esfuerzo y las acciones realizadas desde la cámara para fomentar el consumo en el barrio a través de sorteos y cupones de descuento, los resultados fueron magros y la mayoría de los rubros cayeron en cantidad de artículos vendidos.
Para algunas empresas estas circunstancias son sumamente preocupantes porque todos esperan estas fechas claves para equilibrar los ingresos y poder hacer frente a los elevados costos operativos: impuestos, salarios, altas tasas de financiación, tarifazos en los servicios públicos (electricidad, gas, agua corriente…) y para aquellos que alquilan –la gran mayoría- la situación se hace aún peor. Si a estos factores le sumamos la inflación y la retracción del consumo, se convierte en un cocktail que está generando en muchas PYMES no solo una considerable reducción de rentabilidad sino un estrangulamiento que pone en riesgo su propia viabilidad.
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