FALLECIMIENTO
CLAUDIO SVAMPA
Una muerte, muchos interrogantes y el pedido de justicia
Claudio Svampa tenía 58 años, era soltero. Había nacido en Villa del Parque y vivió en su querido barrio hasta el día que lo hallaron muerto en su casa de la calle Emilio Lamarca al 3100.
La violencia con la que ocurrió el hecho hizo trascender la noticia que hoy ocupa las páginas de varios medios de comunicación. Según fuentes policiales, a mediados del mes de diciembre Svampa habría sido sorprendido por delincuentes que entraron por la parte trasera de su casa mientras dormía y le dieron muerte con dos fuertes golpes en la cabeza y otro en un brazo. Los investigadores comprobaron que faltaban del domicilio un televisor y algunos elementos de valor, por eso una de las hipótesis más fuertes es que se trató de un asesinato en ocasión de robo, pero no descartan que los malvivientes sean extranjeros conocidos de la víctima a raíz de haber desempeñado tareas laborales para él.
Claudio Svampa se dedicaba a la refacción de locales y remodelación de casas. De hecho, numerosos negocios del centro comercial de Villa del Parque fueron realizados por él y su equipo. Fue precisamente uno de sus colaboradores quien realizó el macabro hallazgo cuando se dirigió al domicilio de su jefe porque hacía varios días que no aparecía a supervisar las obras ni se comunicaba para dar instrucciones.
Pedido de Justicia para un vecino estimado
Svampa se disfrazaba de Papa Noel para alegrar a los pequeños |
Desde muy chiquito era socio del club Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque, un espacio donde a lo largo de los años hizo natación, gimnasia, compitió y fue un asiduo concurrente. Su simpatía y don de gente lo hizo cosechar amigos y conocidos que sintieron una profunda consternación ante su deceso.
Precisamente, en un grupo de Facebook, alguno de sus compañeros del club lo recuerdan como “Un genio total!!!!! Un dulce en una carcasa dura!!!”. En otro post destacan que era buen compinche de los más pequeños, solía vestirse de Papa Noel “para alegrar a los chicos, era un loco pero siempre dulce con los niños” y finaliza diciendo… “Te vamos a extrañar!”.
Algunos lo recuerdan como un hombre de carácter, “enojón y cabrón” y no faltan quienes por lo bajo se animan a decir que hubo oportunidades en las que tuvo algún problema por incumplir con los trabajo a los que se comprometía.
Lo cierto es que todos piden que se esclarezca el caso que aún guarda secreto de sumario y reclaman justicia para que Claudio Svampa pueda descansar en paz.
Un muchacho bravo que nos dio bastante trabajo a quienes alguna vez asumimos responsabilidades directivas en GEVP. Era deschavetado, grandilocuente e indisciplinado. Tenía dentro suyo un corazón grande que prevaleció con el correr de los años. Su traje de Papá Noel, sus actitudes amistosas y respetuosas de las que gocé en estos últimos años me hacen recordarlo con tristeza y afecto. Descansa en paz, Claudio y que haya justicia para tu memoria. (Alberto Serafin Moschini/Camino a los Cien Años)
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