sábado, 11 de junio de 2016

EDITORIAL

11 de Junio: DÍA DEL VECINO

CIUDADANOS IMPRESCINDIBLES

FELIZ DÍA!... Especialmente a los miles de vecinos, casi invisibles para las grandes mayorías, que saben aunarse con otros, con convicción y el corazón puestos al servicio del progreso y el bien común, aquellos que valoran los objetivos que persiguen más allá de su propia existencia porque aún conscientes que no siempre verán el fruto de su lucha, no le es óbice para formar parte de la obra común.

Escribe: Lic. MÓNICA RODRIGUEZ - Dirección

En estos meses del año dos fechas trascendentes vienen a mi. 
Hoy 11 de Junio, gracias a una iniciativa de don Romeo Raffo Bontá y a un grupo de vecinos de Villa del Parque que lo impulsaron, se festeja en la ciudad de Buenos Aires el DÍA DEL VECINO, coincidiendo con el aniversario de la segunda fundación de Buenos Aires cuando un día como hoy de 1580 llegaba Don Juan de Garay a las playas del Río de la Plata. Un día dedicado a destacar la importancia del trabajo conjunto de vecinos, organizaciones sociales (civiles, culturales, deportivas, barriales) y el Estado.
Próximamente, el 9 de julio nuestra Patria celebrará 200 años de la declaración de la independencia. Un hito fundamental en nuestra historia dentro del largo proceso que significó primero batallar para desterrar la dominación española y luego de 1820 cuando finalizó la guerra de la independencia, afrontar la construcción de una nación libre y soberana que logró cristalizarse a partir de la Constitución Nacional en 1853.
Ahora bien, cuando nos toca recopilar la historia del país o de nuestra ciudad en particular, normalmente resaltamos las figuras de grandes líderes que condujeron los momentos trascendentales.
Sin embargo, si sólo se los sigue a ellos, uno se queda con una mirada sesgada y hasta estereotipada que de alguna manera esconde la rica, fundamental y activa participación de un pueblo que siempre fue protagonista.
Aún cuando esta es la faceta más difícil de reconstruir porque en la mayoría de los casos no quedaron testimonios escritos o si existen son pocos y están dispersos, desde estas humildes páginas de barrio queremos reconocer y rendir homenaje a los miles de ciudadanos imprescindibles, casi invisibles para las grandes mayorías, que antes y ahora saben aunarse con otros, con convicción y el corazón puestos al servicio del progreso y el bien común, aquellos que valoran los objetivos que persiguen más allá de su propia existencia y aún sabiendo que no siempre verán el fruto de su lucha, no le es óbice para formar parte de la obra común.
Nuestro próspero barrio en gran parte es resultado del trabajo conjunto de vecinos fomentistas que supieron transformar sus ideales en realidades tangibles que se concretaron en y a través de asociaciones vecinales, bibliotecas, clubes de barrio, centros de jubilados, asociaciones culturales, escuelas, congregaciones religiosas y cientos de instituciones que no existirían hoy sin la utopía de aquellos que creyeron que un futuro mejor era posible.
Imbuidos del legado de los predecesores  y concientes que la responsabilidad de edificar el Bien Común le compete en primer lugar al Estado porque es la razón de ser de la autoridad política, los ciudadanos hoy asumen los desafíos de la época como verdaderos protagonistas y con el compromiso de querer ser partícipes -a nivel comunal, ciudad y nación- de un diálogo institucional que supere los desencuentros y contribuya a perfeccionar una democracia cada vez más participativa que sea capaz de llevarnos al desarrollo con igualdad de oportunidades, equidad e inclusión social.

"A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota". Madre Teresa de Calcuta.

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