martes, 3 de mayo de 2016

ACTUALIDAD

ARGENTINA

El riesgo de implosión


Escribe: Lic. MÓNICA RODRIGUEZ


Hace cinco meses comenzó un nuevo gobierno. Millones de Argentinos, tantos como el 51% lo votaron con la esperanza de que modificara las asignaturas pendientes, profundizando una democracia cada vez más participativa.
Lejos de ello, en tan solo 145 días la nueva gestión está comenzando a poner en riesgo la Paz Social merced a medidas que están llevando a una situación económica y social que se tensa y agrava día a día, poniendo en estado de vulnerabilidad a un número cada vez mayor de la población y es transversal a casi todos los sectores de la economía.
Partieron de un diagnóstico equivocado,  el gobierno de Mauricio Macri parece no haber comprendido que nuestra  sociedad es prácticamente inelástica, no tiene capacidad de resistir un ajuste de la envergadura que se propone.
Si bien los doce años del gobierno kirchnerista lograron sacar  a millones de personas  de la pobreza y la indigencia, la recuperación no se basó en el desarrollo sino en un crecimiento que era aún endeble y fue sostenido en parte por contratos de trabajo precarios, planes sociales y aliento del mercado interno a partir del consumo, subsidios y promoción de las PyMES. El financiamiento de este sistema se sostuvo además con una presión fiscal sin precedentes.
El actual gobierno en vez de ir desarticulando paulatinamente los desajustes anteriores optó por sostener la alta presión fiscal  a los sectores medios y bajos de la población y le agregó un “sinceramiento” que no es otra cosa que un enorme ajuste con una brutal transferencia de ingresos de estos sectores hacia los más concentrados y transnacionalizados. Así, implementó una abultada devaluación, quita de retenciones, desregulación de importaciones y tarifazos; permitió la estampida de precios, suba desmesurada de los combustibles y del transporte público, desarticulación de parte de los planes sociales, con la consiguiente licuación de ingresos y PYMES que están ingresando a situaciones de crisis terminal, crecimiento de la tasa de desempleo y baja de la actividad con una recesión que va camino a la depresión.
Ahora bien, estamos llegando a instancias donde la variable de ajuste es el hambre y este es un elemento bisagra intransitable. El gobierno no previó por incapacidad o porque simplemente no le interesó, una red de contención para los sectores más vulnerables. Las magras medidas anunciadas en este sentido ni siquiera tienen visos de implementación inmediata y pueden, si llegan, hacerlo demasiado tarde para revertir o frenar el clima de efervescencia que día a día va in crescendo, sobre todo en el primer y segundo cordón de la provincia de Buenos Aires, que es la caja de resonancia de la máxima tensión que se está viviendo y que no han hecho otra cosa que aumentar aún más los hechos de inseguridad que ya se viven desde hace años.
En este contexto, los dirigentes sindicales debieron salir a ponerse a la “cabeza” de estos reclamos porque de lo contrario las bases amenazaban la “cabeza de los dirigentes”, parafraseando al Gral. Juan Domingo Perón que alguna vez dijo: “El pueblo marchará con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes".
El prometido freno de la inflación para el segundo semestre, que si es a costa de caer en una depresión será un fracaso o la mentada recuperación anunciada por el gobierno en función a supuestas inversiones que vendrían, parecen estar demasiado lejos ante las urgencias que se están viviendo.

2 comentarios:

  1. Muy bueno el reflejo de la realidad Lia del Valle

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  2. 12 años de robo, corrupcion, y me decis que este gobierno pone en riesgo la paz social, la verdad que sos malintencionado, por no decir otra cosa

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