martes, 9 de octubre de 2012

MIRADA DE UNA ARGENTINA EN GRECIA

Crisis en Grecia: 
UN PUEBLO MUDO, UN GOBIERNO SORDO
Escribe: María Eugenia Francisco (*)
 

Todos los días me pregunto, ¿en qué momento el pueblo griego va a despertarse y mostrar su furia, su desacuerdo, su indignación? ¿Cuánto más tienen que sufrir para levantarse contra las injusticias en las que son obligados a vivir, dejando de lado su situación individual, empezando a funcionar como un todo? 
Aunque los afectados son muchos, todavía se puede observar un fuerte individualismo frente a esta grave situación, de la que muchos quieren escapar intentando sobrevivir en los pequeños grupos familiares, lo cual es completamente comprensible, pero en cierto punto aísla a los griegos como pueblo. La mayoría, el que todavía tiene que comer y un poco de dinero para afrontar la situación, no le interesa  lo que pasa fuera de su grupo, aunque de seguir así esta situación, un día de estos ni la ayuda familiar va a poder ser posible. Esto hace que el reclamo griego sea débil; quienes manejan el destino de este país pueden ejecutar planes de austeridad durísimos sin recibir resistencia alguna.
Como me dijo una griega hace unos días: «cuando los españoles se levantaron con el movimiento de los indignados y estaban en la calle todos los días, en las manifestaciones podíamos ver carteles en los que ellos nos exigían que nos levantemos. Sólo cuando vimos los carteles que escribían ‘’griegos: ahora es su turno’’ ahí nos levantamos nosotros y les respondimos con carteles al estilo ‘’nos despertamos’’. Tuvimos que esperar que alguien nos diga que teníamos que hacer.»
 
Cada tanto somos testigos de huelgas de algún sector o de paros generales que paralizan a todo el país, sin embargo, la participación es muy baja. Principalmente participan trabajadores agrupados en sindicatos y partidos políticos de izquierda. Todos ellos están organizados por ciudad, región, provincia, por lo cual es lógico que reúnan a una gran cantidad de gente que participe en dichas manifestaciones. Lamentablemente el grupo de gente que baja a las calles espontáneamente arrastrada por la bronca hacia la situación social ya insostenible, muy a pesar de lo que se cree en el mundo, es muy poca. En parte son responsables también los medios de comunicación que aterrorizan a la gente con imágenes de batallas campales entre encapuchados y policía que sólo ocurren por unos cuantos minutos en zonas y momentos específicos, no mostrando la gran cantidad de gente que se manifiesta de manera pacífica. Más allá de las manifestaciones, que son sólo una forma de demostrar desacuerdo, tampoco hay compromiso de alguna otra manera. La participación del pueblo en los asuntos políticos es casi nula; la mayoría lo ve como algo aburrido. Como he dicho antes, la cantidad de gente que está comprometida con esta causa, aunque su situación aún sea estable dentro del marco de crisis económica en el cual vivimos, es muy poca y no alcanza para ayudar a levantar o despertar al pueblo. Vale la pena aclarar que a esta gente se la considera «vaga» por dedicar una gran cantidad de su tiempo a las redes sociales haciendo «cyber – activismo» o por participar de las manifestaciones, y claro está, son catalogados de comunistas, aunque aclaren que no pertenecen a partido político alguno, ya que todos han sido responsables de esta crisis. 

Por poner un ejemplo, en las marchas que se desarrollaron en toda Grecia en el marco de una huelga de 24 hs de varios sectores (entre ellos, docentes y periodistas) el pasado miércoles 26 de Septiembre, el número de participantes, teniendo en cuenta la situación actual de Grecia, es alarmantemente baja. En Atenas, una ciudad de casi 3.200.000 habitantes, participaron sólo 100.000 personas. En Tesalónica, con casi 800.000 habitantes, participaron 7.000 personas. La sorpresa fue Heraclión, la capital de la isla de Creta, que tuvo una participación de 12.000 personas, siendo una ciudad que ronda los 174.000 habitantes. Teniendo en cuenta que la desocupación hasta el momento es mayor al 24,8% (al mes de Junio según Eurostat), la cantidad de manifestantes tendría que haber sido mucho mayor.

Un gobierno sordo que no escucha, no quiere escuchar y es además incapaz de hacerlo. Un gobierno que vive una realidad que no existe, paralela, en la que todo parece marchar bien según sus planes, aunque para que podamos seguir en el buen camino hay que hacer más sacrificios (¿más?), sacrificios que claro esta, quienes las ejecutan, no los hacen. Lucen los mejores trajes, viven en los mejores barrios, en enormes casas, con personal de seguridad y de servicio, cenan en los mejores restaurantes, comen la mejor comida (y en algunos casos se podría hablar de gula) y claro está, tienen abultadas cuentas en el exterior. Un gobierno que tiene representantes que se pasean por los canales de televisión todos los días intentando ensuciarse entre ellos, pero que desde que fue electo no ha propuesto absolutamente nada, sólo habló de recortes y más ajustes. Habla uno encima del otro, gritan, discuten de forma maleducada, poco adecuado para quien tiene un puesto alto en el Estado. Sirven al FMI y a la Unión Europea en un intento desesperado de mantener una situación imposible para un pequeño país con poca competencia frente al resto de los países de la unión.

Grecia es el país del escandalo continuo. El partido neo-nazi que se toma la libertad de inspeccionar los mercados y puestos callejeros, poniéndose en el rol de policía, intentando encontrar inmigrantes sin papeles, golpeándolos y destruyéndoles su fuente de trabajo, incluso cuando están legalmente trabajando en el país. El presidente del parlamento denunció a 32 parlamentarios (de los cuales aún no sabemos los nombres ya que no se presentó oficialmente la lista) acusados de enriquecimiento ilícito, corrupción, evasión de impuestos, lavado de dinero, fuga de capitales, entre otras. Más recortes en los sueldos y en las jubilaciones, aumentos de sueldos ridículos de hasta 5 o 10 euros por la antigüedad en el puesto de trabajo. Encarecimiento de la educación y salud pública; falta de medicamentos. Alquiler de islas y sitios arqueológicos a empresas extranjeras.

Para cerrar con una imagen más completa de la Grecia de estos días, vale la pena recordar, para no olvidar el peligro que significa, la ascensión de las facciones nazi no sólo en el parlamento sino en las calles, entre los griegos. En el parlamento, los representantes del partido de ultra-derecha «Chrisi Avgi», discuten con el resto de los parlamentarios con tonos amenazantes, siempre gritando al borde del insulto sin llegar a ninguna conclusión o idea positiva para aportar a la situación del país; constantemente se señala que el mayor peligro nacional es la inmigración ilegal. Fuera del recinto, patotas de militantes de este partido golpean a inmigrantes (sin distinción) y a quienes aparentan serlo; también a griegos que no concuerden con su ideología, como por ejemplo a los comunistas. Esto es visto y escuchado por jóvenes y adolescentes que todavía no se han encontrado dentro de una ideología que se ajuste a sus personalidades y deseos para el futuro, por lo que estos personajes, con sus discursos efervescentes atraen a cantidades enormes de jóvenes que se unen a su causa y terminan participando en sus actos de odio y vandalismo. Por otro lado, tenemos a las amas de casa y a los ancianos, que son victimas de las campañas de miedo que realizan los miembros de esta facción, a los cuales les introducen el terror a ser atacados, en sus casas o fuera de ellas, por inmigrantes ilegales peligrosos. Aunque estos grupos no participen en sus actos o manifestaciones, son quienes aportan una gran cantidad de votos.
El sentimiento de odio, racismo y xenofobia que ha crecido en Grecia en los últimos años es alarmante. Si bien por lo que he escuchado y he vivido personalmente, los griegos siempre han tenido una veta bastante xenofóbica debido a su cerrada cultura, en esta oportunidad ha crecido mucho más debido a la crisis y los discursos de grupos fascistas, incluso de aquellos que tienen puesto el disfraz de liberal o demócrata. Ya no hay distinción entre aquel que ha venido ilegalmente y aquel que tiene papeles, mientras sea de algún país que no es de su agrado, siempre van a ser atacados y agredidos. Me refiero más que nada a países de habla árabe, musulmanes y africanos. Aunque legalmente no puedan ser expulsados y encarcelados si poseen papeles y trabajan en el país, la agresión y el desprecio puede ser sentido por estos grupos de inmigrantes que vienen escapando de guerras, graves problemas sociales o el hambre. Claro esta, un país que siempre vivió comiendo pizza con champagne como en las buenas épocas argentinas con el presidente riojano, que supo derrochar el dinero para tener un buen pasar, no puede entender que es el hambre y la miseria. Sobre todo, porque cuando los griegos tuvieron que emigrar de aquí, siempre encontraron las puertas abiertas en cada país que fueron, donde pudieron formar familias numerosas y construir su propio patrimonio, siempre siendo acogidos y respetados por el país que los recibió. Esto no sucede en este país, que es muy selecto a la hora de aceptar inmigrantes o extranjeros que vienen a vivir al país, incluso cuando aquellas personas menospreciadas por la mayoría (de países como Albania, Bulgaria, Paquistán, India, etc.), son las que vienen a hacer el trabajo duro del campo del cual vive este país, o de la construcción, con sueldos muy bajos y gran carga horaria.
Vienen tiempos difíciles para esta Grecia moderna que cada vez se aleja más de la gloria de la Antigüedad, que lamentablemente es usada constantemente por políticos y ciudadanos para rebajar a quienes los critican desde fuera; en esta Grecia ya no existe la auto-critica, la culpa de todo siempre la tiene alguien más. Nadie escucha al otro, a nadie ya le interesa escuchar al otro. Quienes pueden aportar algo al país con su imaginación, buenas ideas, estudio, investigación, energía positiva y ganas de trabajar duro, son quienes se van del país cada vez con más frecuencia en busca de un mejor destino. Mientras tanto, aquí se quedan los peces gordos que han hundido al país, quienes ahora dicen tener la clave para salvarlo, tras años de robos descarados al Estado y a sus ciudadanos, quienes a pesar de las amplias denuncias por corrupción y evasión de impuestos, siguen acusando a sus contrincantes y pidiendo sacrificios al pueblo con total impunidad. 
Hay fallas en el sistema educativo, de salud, de impuestos, en el político, en el sector público y de servicios; en las calles, en el transito, en los medios de transporte. No sólo se necesita resolver el tema de la crisis profunda que atraviesa el país, sino que se necesita a un pueblo despierto y un líder que pueda poner en orden a Grecia, que arrastra problemas como estos desde hace muchos años y nada tienen que ver con la crisis económica sino con la idiosincrasia griega de dejar todo para último momento, hasta que ya no de más y explote por el aire, poniendo parches en el mientras tanto para no tener que perder tiempo en resolverlo antes. 

Contacto: 

(*) http://elmundodesdegrecia.blogspot.com
elmundodesdegrecia@gmail.com

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