DESAYUNO FRATERNAL Y ACTO
IGLESIA ANGLICANA DEL BUEN PASTOR
Celebra su Centenario
Entre los actos por los festejos del centenario de la fundación de la iglesia Anglicana del Buen Pastor, sita en la calle José L. Cantilo 4232, se ofreció un desayuno a las autoridades de las fuerzas vivas de organizaciones sociales, educativas y comunicativas que se desempeñan en el barrio de Villa Devoto y su zona de influencia. De las numerosas invitaciones cursadas tuvieron como respuesta la presencia de directivos y representantes de las siguientes instituciones: Asociación de Comerciantes de Monte Castro, Asociación Vecinal Devoto Norte, Asociación de Fomento y Biblioteca Popular Devoto Oeste, Asociación de Beneficencia Británica y Norteamericana, Seccional 45 de la Policía Federal, CGP 11, Escuela Antonio Devoto, Escuela Profesor Bartolomé Ayrolo, Escuela Luis Pasteur, Colegio Episcopal de Buenos Aires, Colegio Nuestra Señora de la Misericordia, Grupo Scout Parroquia San Antonio, Hospital Doctor Abel Zubizarreta, Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto, Liga de Madres y Acción Católica, Periódico Aquí Villa del Parque, Devoto Magazine, Periódico La Rayuela, Rotary de Villa Devoto, Sociedad Friulana de Villa Devoto y el Director de Cultos del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Finalizado el desayuno se proyectó a los presentes un video sobre la historia de la capilla en el barrio. Inicialmente fue creada para la comunidad de familias británicas ligadas al ferrocarril. Fue sede del Villa Devoto Church Hall reconocido ahora como el colegio Villa Devoto School. En su posterior crecimiento detentado, tanto humano como edilicio y la transformación de los iniciales cultos en inglés al castellano, sumó un abanico de actividades no sólo dirigidas hacia la congregación sino también a la comunidad. Los diferente talleres gratuitos de literatura, de costura creativa, de danza litúrgica, de matrimonios o de cine debate son ofrecidos como una muestra de apertura al barrio.
El pastor, Reverendo Agustín Marsal, cerró el evento describiendo los cambios sociales provocados en la humanidad desde la caía del imperio Romano, la Revolución Francesa y las dos guerras mundiales. Por otra parte, el avance tecnológico contribuyó a reducir el acercamiento geográfico en menores tiempos a causa de la velocidad y generando cambios culturales, sociales y económicos en las sociedades. Pero hubo algunos valores que ello no pudo cambiar; que fueron el amor, la verdad, la justicia, la solidaridad y la compasión. Señaló que la iglesia Cristiana, por naturaleza, debía iluminar con dichos valores a la sociedad, pero que, por permanecer encerrada en los muros de sus Templos no acudió donde estaba la necesidad. Por eso él y otros tantos responsables espirituales han pedido perdón por ello. Porque a la necesidad no sólo se la compensa materialmente sino a través de la fe, la esperanza y el ánimo. Luego agregó que: “A causa de la vertiginosa actualidad que se vive. Del agobio que produce cansancio, frustraciones, desgaste, violencia verbal y física con que se llega al stress, hay algo especial que quiero decirles; el Dios del cielo y Creador del Universo respalda todo lo bueno, lo puro, lo justo, lo digno, lo bello, lo constructivo y fundamentalmente todo lo verdadero. Jesucristo trajo consigo la venida del Reino de Dios junto con sus valores y una gran esperanza para toda la raza humana. Por medio de su muerte en la Cruz y su Sacrificio derrotó lo que el ser humano mas temía: La muerte. Dios se hizo hombre, se encarnó y habitó entre nosotros, recordándonos cuando dijo: -Yo no vine para ser servido sino a servir- y queremos humildemente seguir su ejemplo para poder imitarlo”.
Concluyó reconociendo el valor que cada uno de los asistentes realiza para el barrio y la Comunidad, aprovechando la oportunidad para ofrecer participar de los dones y servicios que la iglesia dispone.
“Tenemos una historia muy valiosa que en este día honramos, pero también tenemos un presente con un futuro atractivo y desafiante”.
Finalizado el desayuno se proyectó a los presentes un video sobre la historia de la capilla en el barrio. Inicialmente fue creada para la comunidad de familias británicas ligadas al ferrocarril. Fue sede del Villa Devoto Church Hall reconocido ahora como el colegio Villa Devoto School. En su posterior crecimiento detentado, tanto humano como edilicio y la transformación de los iniciales cultos en inglés al castellano, sumó un abanico de actividades no sólo dirigidas hacia la congregación sino también a la comunidad. Los diferente talleres gratuitos de literatura, de costura creativa, de danza litúrgica, de matrimonios o de cine debate son ofrecidos como una muestra de apertura al barrio.
El pastor, Reverendo Agustín Marsal, cerró el evento describiendo los cambios sociales provocados en la humanidad desde la caía del imperio Romano, la Revolución Francesa y las dos guerras mundiales. Por otra parte, el avance tecnológico contribuyó a reducir el acercamiento geográfico en menores tiempos a causa de la velocidad y generando cambios culturales, sociales y económicos en las sociedades. Pero hubo algunos valores que ello no pudo cambiar; que fueron el amor, la verdad, la justicia, la solidaridad y la compasión. Señaló que la iglesia Cristiana, por naturaleza, debía iluminar con dichos valores a la sociedad, pero que, por permanecer encerrada en los muros de sus Templos no acudió donde estaba la necesidad. Por eso él y otros tantos responsables espirituales han pedido perdón por ello. Porque a la necesidad no sólo se la compensa materialmente sino a través de la fe, la esperanza y el ánimo. Luego agregó que: “A causa de la vertiginosa actualidad que se vive. Del agobio que produce cansancio, frustraciones, desgaste, violencia verbal y física con que se llega al stress, hay algo especial que quiero decirles; el Dios del cielo y Creador del Universo respalda todo lo bueno, lo puro, lo justo, lo digno, lo bello, lo constructivo y fundamentalmente todo lo verdadero. Jesucristo trajo consigo la venida del Reino de Dios junto con sus valores y una gran esperanza para toda la raza humana. Por medio de su muerte en la Cruz y su Sacrificio derrotó lo que el ser humano mas temía: La muerte. Dios se hizo hombre, se encarnó y habitó entre nosotros, recordándonos cuando dijo: -Yo no vine para ser servido sino a servir- y queremos humildemente seguir su ejemplo para poder imitarlo”.
Concluyó reconociendo el valor que cada uno de los asistentes realiza para el barrio y la Comunidad, aprovechando la oportunidad para ofrecer participar de los dones y servicios que la iglesia dispone.
“Tenemos una historia muy valiosa que en este día honramos, pero también tenemos un presente con un futuro atractivo y desafiante”.
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