PSICOLOGÍA
EL GOZO, LA SALUD Y LA FELICIDAD
Escribe: lic. SILVIA MARTINICA - Psicóloga
Escribe: lic. SILVIA MARTINICA - Psicóloga
El Primer paso como para empezar es lograr cierta armonía.
Llegar al gozo es un camino, que se sigue paso a paso, a través de la conjunción, cuerpo y mente trabajando en forma integrada .
La naturaleza tiene su propio ritmo que es sabio, también lo es el cuerpo humano, una maquinaria perfecta. Sólo se queja cuando lo dejamos de oír, nos avisa que algo se ha desequilibrado, entonces habría que aprender a escucharlo, volver a él. Se puede comenzar por cualquier lado por ejemplo simplemente respirando.
EL sol sale cada mañana imponiendo su ritmo, según sus leyes naturales y es perfecto, si hubiera una mente intentando controlarlo perdería la armonía, el ritmo y la belleza, se desorientaría.
Llegar al gozo es un camino, que se sigue paso a paso, a través de la conjunción, cuerpo y mente trabajando en forma integrada .
La naturaleza tiene su propio ritmo que es sabio, también lo es el cuerpo humano, una maquinaria perfecta. Sólo se queja cuando lo dejamos de oír, nos avisa que algo se ha desequilibrado, entonces habría que aprender a escucharlo, volver a él. Se puede comenzar por cualquier lado por ejemplo simplemente respirando.
EL sol sale cada mañana imponiendo su ritmo, según sus leyes naturales y es perfecto, si hubiera una mente intentando controlarlo perdería la armonía, el ritmo y la belleza, se desorientaría.
Nuestros movimientos serán armoniosos solo si permitimos que la energía vital fluya libremente sin impedírselo. Los impedimentos provienen del ámbito mental y emocional.
Los movimientos voluntarios pueden ser placenteros pero sin duda los involuntarios lo son mucho mas, cuando soltamos la cabeza es cuando mayor placer podemos generar. (A. Lowen).
Los movimientos voluntarios pueden ser placenteros pero sin duda los involuntarios lo son mucho mas, cuando soltamos la cabeza es cuando mayor placer podemos generar. (A. Lowen).
Cuando se retiene conscientemente un impulso, los músculos se contraen, ya que vieron su impulso refrenado. Vibran como caballos de carrera ansiosos por lanzarse a correr pero frenados por sus jinetes. Cuando la tensión se hace crónica, los músculos quedan inmovilizados y la retención del impulso se vuelve inconsciente. Un músculo inmóvil y tenso no puede dar paso a un movimiento espontáneo, de manera que el individuo ya no percibe las sensaciones ni siquiera el hecho de estar reteniendo sus sentimientos. La sensibilidad de la zona queda anulada, por lo tanto deja de sentir la tensión y también suprime el sentimiento. Esto genera la tensión crónica de la musculatura que impide que un impulso suceda generando un bloqueo sólido. Cuando un individuo dice no siento nada es porque ha suprimido un importante grupo de sensaciones. Hay una desconexión y alienación además de un sufrimiento físico.
La autorregulación interna solo funciona en estado de salud y equilibrio. El cuerpo y la mente están íntimamente conectados, cada movimiento abarca la totalidad de la persona.
El hombre es la única criatura que se afana al extremo de perder la conexión consigo mismo, con Dios, con la naturaleza y con la vida. Entregarnos al fluir de esa corriente de energía vital en el cuerpo es el principio de la armonía, que se puede conseguir a través de distintos caminos.
La autorregulación interna solo funciona en estado de salud y equilibrio. El cuerpo y la mente están íntimamente conectados, cada movimiento abarca la totalidad de la persona.
El hombre es la única criatura que se afana al extremo de perder la conexión consigo mismo, con Dios, con la naturaleza y con la vida. Entregarnos al fluir de esa corriente de energía vital en el cuerpo es el principio de la armonía, que se puede conseguir a través de distintos caminos.
Otra cuestión es la libertad, para que la energía fluya por el cuerpo con la libertad externa no alcanza, se necesita poder alcanzar la libertad interna, para sentir placer.
La libertad interna es la libertad para sentir para entregarse a las sensaciones-. Solo un individuo libre puede vivir en armonía, respetarse y respetar a los demás.
La libertad interna es la libertad para sentir para entregarse a las sensaciones-. Solo un individuo libre puede vivir en armonía, respetarse y respetar a los demás.
La creación es un proceso proceso de fluir de energía y libertad interna se asocia también a la creación es el único estado donde es posible la verdadera creación. En libertad y en conexión con el universo. Srephen Nachmanovitch en su libro Free Play que trata sobre los procesos creativos, comenta la riqueza que tiene el paseo irracional, ojos y oídos abiertos, sentidos, dejar volar la intuición, deseos y pálpitos irracionales, de esa forma uno viaja libre y el alma y la conciencia se expanden hasta ver de un modo distinto, cuando la razón presiona, el alma se constriñe se achica y se ve menos.
El proceso creativo es más instintivo que intelectual. El instinto de juego actúa aquí como protagonista. Las palabras deben ir del corazón a la yema de los dedos sin permitir que el cerebro se entrometa.
Amar, crear, estar sano, vivir, son todos procesos que tienen que ver con lo irracional, con los sentidos. La traducción de l idioma ingles de estar enamorado es “Fall in love”, que es caer en el amor, como enamorarnos sin perder la cabeza?, lo usan también para quedarse dormido, “fall asleep”, dos cosas para las que es imprescindible soltar la cabeza para que ocurran. Aunque son procesos naturales, la cabeza puede impedirlos.
Experiencia de Jung
En 1924, a los 49 años, visitó la comunidad de los indios taos en el Estado de Nuevo México. Allí se hizo amigo de (Montaña Lago), el jefe de la tribu, que compartió una observación que tocó en Jung un punto vulnerable.
"Los blancos siempre quieren algo: siempre están incómodos e intranquilos. No sabemos qué quieren. No los entendemos. Creemos que están locos", dijo el cacique, dejando atónito al visitante suizo.
Jung le preguntó a Montaña Lago, su primer interlocutor no europeo, por qué creía que los blancos estaban locos.
"Todos dicen que piensan con la cabeza", replicó el gran jefe. "Pues claro", dijo Jung, que le retrucó sorprendido: "¿Con qué pensáis vosotros?"
El jefe indio señaló su corazón.
Continua… el temor a la intensidad...
Experiencia de Jung
En 1924, a los 49 años, visitó la comunidad de los indios taos en el Estado de Nuevo México. Allí se hizo amigo de (Montaña Lago), el jefe de la tribu, que compartió una observación que tocó en Jung un punto vulnerable.
"Los blancos siempre quieren algo: siempre están incómodos e intranquilos. No sabemos qué quieren. No los entendemos. Creemos que están locos", dijo el cacique, dejando atónito al visitante suizo.
Jung le preguntó a Montaña Lago, su primer interlocutor no europeo, por qué creía que los blancos estaban locos.
"Todos dicen que piensan con la cabeza", replicó el gran jefe. "Pues claro", dijo Jung, que le retrucó sorprendido: "¿Con qué pensáis vosotros?"
El jefe indio señaló su corazón.
Continua… el temor a la intensidad...
Consultas: 15.6365.3178 / 4568.8978
HOLA! Podrias compartir la cita bibliografica, el texto en donde esta este recorte? muchas gracias
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