EDITORIAL
CELEBREMOS FRATERNALMENTE
Apoyando la Campaña “VOLVER A LA MESA FAMILIAR”, nada más importante que afirmar las relaciones humanas fundamentales, con las que el hombre entreteje s vida: paternidad, filiación, fraternidad, trabajo, nupcialidad, aprendiendo desde el seno familiar a cultivar virtudes, transformando los valores y la cultura de las Naciones.
Las Fiestas tradicionales de fin de año y particularmente la de Navidad, se han convertido probablemente a partir del siglo IV en una celebración central de la Iglesia equiparada a la Fiesta de Pascua. El período de preparación Adviento desde el siglo V lleva la solemne vigilia de la Nochebuena, actualmente asumida por distintas tradiciones en parte romanas y en parte germánicas con sus características distintas, como por ejemplo, el árbol de Navidad con sus luces como símbolo de Cristo, luz del mundo.
Navidad es una fiesta que nos permite evitar el aislamiento, afirmando la socialidad que incrementa la riqueza personal integrados a la comunidad, la cual se constituye por la acción de todos sus miembros, con la responsabilidad individual y colectiva de sostenerla y enriquecerla con servicio y acciones permanentes.
Compartir en grupos o en familia es una prueba de solidaridad y esto redunda en el bienestar espiritual que fundamenta la vida en función del bien común, extendemos la mano en símbolo de paz y el abrazo con nuestros allegados, padres, hijos, hermanos y amigos, va más allá de un Felices Fiestas, a través de los años y siglos se constituyen actos de fe, aún en aquellos que dicen no profesarla, pero con ello, aportan para un mundo mejor.
¿Usted qué opina?
José César Rodríguez Nanni
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